La existencia de los extraterrestres es un tema que nos preocupa a todos los seres humanos desde hace bastante tiempo y por eso no es extraño que hablemos mucho de ello.

En una noche de 1997, un piloto, cuyo nombre no ha sido revelado, volaba en su avioneta sobre el estado de Arizona, cerca del aeropuerto de Phoenix, cuando divisó seis luces en el cielo.

Desde hace años los centros de investigación astronómica llevan escaneando nuestro universo en busca de señales de comunicación extraterrestre.

Con recursos destinados a investigaciones de la mano de especialistas de la comunidad científica de alta capacitación y muchos aficionados a lo largo del mundo, se puede decir que la humanidad realmente ha estado en búsqueda de vida más allá de la Tierra.

Desde hace mucho tiempo todo lo que está relacionado con la existencia de vida extraterrestre suele ser un misterio respecto a lo que los grandes gobiernos del mundo conocen. Si bien es sabido que se encuentran siempre investigando, suelen revelar solamente información medianamente falsa o irrelevante.

Stephen Hawking es un tipo que no se suele equivocar. El científico ha advertido reiteradamente de los peligros de un posible contacto extraterrestre. Es decir, una civilización capaz de llegar a la Tierra estará más avanzada tecnológicamente que la nuestra. Y tal como sucedió con la llegada de Cristóbal Colón a América, en estos encuentros la sociedad menos evolucionada técnicamente no suele salir bien parada.