Ahora que se acerca fin de año, muchos padres estarán pensando que es la ocasión perfecta para hacer un viaje en familia. ¿Todavía no están de vacaciones? No te preocupes: un fin de semana alcanza para despejarnos y divertirnos junto a los más pequeños de la casa.

Los viajes largos pueden ser problemáticos si viajamos con niños, tanto para los propios pequeños que se aburren con facilidad, como para los padres que tienen que lidiar con la inquietud de sus hijos. Sin embargo, no tiene por qué ser así sino todo lo contrario...

Todo viaje en familia tiene que estar bien planificado para disfrutarlo al máximo. Si tu destino se encuentra en el viejo continente, sabrás que tienes muchísimos lugares para visitar: seguramente pasen todo el tiempo recorriendo sin parar con la cámara fotográfica en la mano para no perderse ningún detalle.

Seguramente los niños no tienen la menor idea de la historia de Berlín, pero eso no significa que no puedan disfrutar de un paseo por esta ciudad cosmopolita. La capital de Alemania ofrece lugares de interés histórico para los padres y también actividades entretenidas dirigidas a los más pequeños de la familia.

Cuando se viaja con la familia, hay que considerar a los niños y hacerles el pasea entretenido. Hay una porción del viaje en el que es muy posible que duerman un rato, y otro para comer alguna cosa durante o parando en algún lugar.

La capital de Francia es también conocida como “la ciudad del amor” y por eso existen un montón de ofertas y recomendaciones de viajes en pareja a París. ¿Pero qué sucede con los niños? ¿Acaso no se merecen un paseo por la Torre Eiffel?