Marina del Ríos, directora de emergencias del hospital UIC, fue la primera latina y médica de la ciudad en ser inmunizada. "Saber que va a haber un momento en el que podamos volver a nuestra realidad previa me pone muy contenta", dijo. Ella espera que su ejemplo "sirva para que otras personas se sientan confiados de recibir la vacuna y así poder seguir adelante".

Esta puertorriqueña, que labora como enfermera en el área de cuidados intensivos en el Hospital de la Universidad de Newark, ha luchado en la primera línea contra la pandemia por meses. "Tristeza y desesperación por la devastación y lo que esto ha causado en las vidas de tantas personas alrededor del mundo”, dice Beniquez sobre el impacto del covid-19 en su diario vivir y el de muchos otros colegas.

La doctora Ngozi Ezike, del Departamento de Salud Pública de Illinois, asegura que a medida que se desarrollen las jornadas de inmunización hará todo lo posible para frenar la desinformación y los mitos que surjan alrededor de la inyección. "No hay evidencia que demuestre que causa infertilidad, además, la vacuna no te da el virus", explica.

De manera voluntaria, cientos de trabajadores de la salud se aplicaron la primera dosis del medicamento desarrollado por Pfizer para enfrentar el coronavirus y así poder seguir ejerciendo su labor de manera segura. En sus testimonios, todos recalcan que es necesario que la comunidad se vacune para minimizar los riesgos que esta pandemia ha traído para las familias más vulnerables.

La campaña de vacunación contra el coronavirus ya arrancó en California con las primeras dosis destinadas para los trabajadores médicos, y el plan estatal espera continuar después con otros trabajadores esenciales y personas que están en mayor riesgo de contagio.

Los hospitales que recibieron las dosis, 97,500 en total, se inscribieron para ser proveedores de la vacuna COVID-19, confirmó el Departamento de Salud.