La quinta temporada de True Blood terminó hace poco más de un mes pero sus productores no han perdido tiempo y ya están trabajando en lo que será la primera temporada sin el control de su showrunner y creador Alan Ball.

Dada la naturaleza del show, no era de extrañar que True Blood tuviera un buen final o pusiera fin a un montón de historias sin el más mínimo sentido. Tras el capítulo de la semana anterior, sólo podíamos anticipar que un gran final de temporada se avecinaba y, sin ser grandioso, el cierre estuvo bien logrado. Save Yourself sirvió para preparar el terreno para lo que vendrá, o mejor dicho aún… para el caos que se avecina.

Un solo episodio antes del final de temporada de True Blood y todo parece indicar que no nos va a decepcionar ni un poco. Lilith promete a cada uno de los miembros de la autoridad que son “el elegido”, Sookie visita al Hada Antigua, y Russell cumple su sueño. Sunset dejó todos los elementos en su lugar para dar paso a lo que podría ser uno de los mejores finales de temporada de esta serie.

Después de varias semanas en ascenso, True Blood tuvo una abrupta caída con Gone Gone Gone. La semana anterior destaqué lo bueno que fue que las historias comenzaran a converger en un mismo punto, sin embargo este episodio se vio un poco desordenado y con muy pocos avances, pero con un gran toque del viejo humor que caracteriza a la serie.

A sólo tres episodios del final de temporada y True Blood se sigue poniendo cada vez mejor. A esta altura se puede decir que la serie dejó atrás por completo los demonios de la temporada anterior y en cierta forma ha logrado recapturar la magia de su primera temporada.

Algo no muy bueno se avecina en True Blood, y es tiempo de elegir en qué bando estar. En esta ocasión Stephen Moyer se puso detrás de cámara para dirigir Somebody I Used to Know, donde se retomaron varias de las historias y subtramas, haciendo algunos avances.