A sólo tres episodios del final de temporada y True Blood se sigue poniendo cada vez mejor. A esta altura se puede decir que la serie dejó atrás por completo los demonios de la temporada anterior y en cierta forma ha logrado recapturar la magia de su primera temporada.
Todos quieren dominar el mundo en True Blood [Crítica 5x09]

Everybody Wants to Rule the World ha combinado todos los elementos que hacen a esta serie tan buena. Hubo humor, drama, y alguno de esos pequeños momentos ridículos que hacen a este show único. Pero lo más importante de todo es que finalmente se puso fin a algunas tramas, mientras que otras comienzan a confluir en un mismo sentido.
El team Obama eliminado
Bastante ingeniosa fue la participación del Sheriff Bud ( William Sanderson) en esta temporada. Su cameo unos episodios atrás resultó ser mucho más que una mera participación. Realmente no esperaba que Bud fuera parte de la organización racista de “Obamas”. En un principio todo pareció montado con la intención de traer una cara familiar de regreso, incluyendo el hecho de que Bud tuviera una amante tampoco resultaba muy relevante, pero de repente todo cobró sentido.
Fue bueno que Sookie ( Anna Paquin) terminara enredada en todo. A veces molesta un poco cuando algún personaje termina invadiendo la trama de otro personaje, pero en esta ocasión todo estuvo manejado de forma bastante natural. Sookie llegó a Bud para averiguar algo sobre el asesinato de sus padres, no porque supiera algo de la banda de Obamas.
Además, fue una buena movida que Bud no fuera por completo el malo de la película, sino su amante, Sweetie, que era el verdadero Dragón de los Obamas. Después de que Sookie se metiera en los pensamientos de Sweetie, podemos entender el porqué de su forma de pensar.

Por primera vez en mucho tiempo Andy ( Chris Bauer) y Jason ( Ryan Kwanten) lograron resolver un caso como verdaderos policías, se dejaron guiar por su instinto y llegaron justo a tiempo para dar fin a la cacería indiscriminada de criaturas supernaturales. Sam ( Sam Trammell) y Luna ( Janina Gavankar) también hicieron su aporte, al investigar por su parte e infiltrarse en la granja como cerdos.
Pero cuando parecía que las cosas estaban volviendo a la normalidad, los lobos no tuvieron un buen final. Ya dije al comienzo que las diversas historias están comenzando a tener sentido. Hacia el final del episodio vimos como Russell ( Denis O’Hare) se lleva a la pequeña Emma para dársela a Steve como nueva mascota. Esto sin duda va a traer mucho conflicto en los próximos episodios, especialmente cuando Luna se entere que los vampiros se llevaron a su pequeña hija.
Otra trama que parece haber quedado resuelta es la de Terry ( Todd Lowe) y la maldición del Ifrit. No me cabe duda que Terry va a poder dormir más tranquilo, pero ¿podrá hacerlo después de haber matado a Patrick? Espero que sea el fin de la maldición por completo porque era lo que menos sentido tenía en todo el programa.
Alabada sea Lilith
En el mundo vampírico las cosas se están poniendo globales, y mucho más sangrientas. Con las fábricas de Tru Blood en llamas, y ahora la autoridad permite drenar a los humanos como si nada. Sin dudas el curso de acción que han decidido tomar es bastante claro, sin embargo me ha decepcionado un poco el tratamiento que le han dado a algunos personajes.

Cuando se perfilaba el regreso de Russell, pensaba que iba a tener un gran regreso, y estuve esperando que en los episodios pasados mandara al diablo a todos los miembros de la autoridad y se abriera camino solo. Russell es extremadamente carismático e inteligente, y creo que se está desperdiciando un gran personaje, a no ser que en los tres capítulos que quedan, tome las riendas de la acción. Como contrapartida está Salome ( Valentina Cervi), que podrá ser muy manipuladora, pero no posee para nada porte de líder.
La semana pasada también mencioné que Bill ( Stephen Moyer) estaba actuando y que básicamente tenía un plan B bajo la manga. Fue bastante claro que estaba fingiendo delante de Salome, y así ganarse su confianza. Pero ahora todo parece haber cambiado de rumbo, y él más que nadie está alabando a Lilith. Aún creo que Bill se puede redimir, o al menos eso espero.
Algo que hasta el momento no logró descifrar es el verdadero efecto de la sangre de Lilith, porque parece ocasionar como una especie de lavado de cerebro, o ¿es que en verdad están viendo a Lilith? La verdad no tengo una respuesta certera, pero me ocasiona un poco de curiosidad.
Supongo que todas mis dudas se despejarán pronto. En cuento al episodio, vuelvo a resaltar que fue muy bueno el paralelismo entre un grupo de humanos que odian lo sobrenatural tratando de apoderarse del mundo, y por otro lado, un grupo de seres sobrenaturales tratando de someter al mundo bajo su dominación.
La serie siempre ha intentado establecer ciertas premisas sobre ciertos asuntos, sin embargo muchas veces estas quedan en el olvido. Por el lado de los humanos racistas, hay un fundamento patriótico si se quiere, mientras que por el de los vampiros, un fanatismo religioso desmedido. En este caótico mundo, ninguno de los dos extremos ha demostrado ser bueno.
Probablemente veamos a Sookie incursionar en la historia de los vampiros en un intento por hacer que Bill reaccione. Lo único bueno de esta trama es que, en algún punto, va a involucrar a todas las demás historias. Ya dijimos que hay una guerra en camino pero dudo que veamos su desarrollo en esta temporada. Seguramente cualquier intento de enfrentamiento lo dejarán para una futura temporada.






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