Además del famoso palacio de Buckingham, donde vive la reina Isabel II, la realeza británica tiene varias otras residencias menos conocidos, pero igual de impresionantes. Algunas de estas residencias y castillos pertenecen a la corona y fueron financiados con fondos públicos; mientras que otras son privadas y fueron adquiridas por alguno de los miembros de la realeza.

Compartir secretos íntimos y momentos de alegrías y tristezas con una buena amiga permite reducir las posibilidades de graves problemas de salud. Además, ese vínculo demuestra que se puede encontrar una verdadera hermana, aunque no de sangre, con la que se logra establecer una conexión de alma y de corazón.

«La meningitis meningocócica, provocada por la bacteria Neisseria meningitidis, es una enfermedad muy contagiosa que causa la inflamación grave de las meninges, las finas membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Aunque cualquier persona puede resultar infectada, los bebés y los niños son especialmente vulnerables», publicó Médicos Sin Frontera.

El malestar, el hormigueo en el brazo izquierdo y los dolores fuertes en el pecho son los signos más obvios y conocidos de un infarto. Pero esta alteración cardíaca puede provocar síntomas bien diferentes y que no siempre están relacionados a problemas en el corazón.

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Meghan Markle y el príncipe Harry, así como Kate Middleton y el príncipe William, viven en el palacio de Kensington en Londres, Inglaterra, cada uno en su apartamento. Pero el duque y la duquesa de Sussex van a mudarse a una residencia en Windsor, próximamente.