Thor: Ragnarok (2017), el film dirigido por Taika Waititi, ya se ha convertido en una de las películas más exitosas del MCU; esto se debe, principalmente, a lo interesantes y bien desarrollados que están la mayoría de sus personajes en relación con la historia.

Los remakes no son algo nuevo (sobre todo en los últimos años), pero hay casos de películas que han sido tan exitosas, sus tramas tan atrapantes o sus historias tan imperecederas que cuentan con varios remakes en su haber.

A la hora de hablar de adaptaciones live-action de mangas o animes, el mercado norteamericano sin duda se lleva la palma en lo que atañe a un trabajo mediocre. La verdad es que hay pocas cosas peores que Dragonball: Evolution (2009) o la reciente Death Note (2017).

Nos fascinan los viajes en el tiempo porque nos hacen fantasear con la posibilidad de ir al pasado o escudriñar el futuro, aunque este tema también explora aspectos más profundos y complejos del ser humano.

Tras el preestreno de Blade Runner 2049 en Hollywood todas las voces se alzaron para elogiar unánimemente a la secuela del clásico de Ridley Scott, y proclamarla como una de las obras más importantes y logradas de los últimos tiempos, incluso con algunos sosteniendo que era mejor que la original.

Antes del MCU, antes de que Disney siquiera considerara comprar Marvel, la productora Fox ya estaba haciendo películas basadas en personajes de cómics. Es más, se la considera una de las principales responsables de la increíblemente fructífera tendencia de llevar a la pantalla personajes de cómics de manera más acorde a los tiempos actuales; sobre todo si consideramos que no había pasado mucho más después del desastroso resultado que fue Batman & Robin (1997) para la Warner.