Se dice que las mujeres maduramos mucho antes que los hombres, y esa es la explicación por la que los preferimos mayores. Sin embargo, la madurez no se mide con la edad de cada persona; se traduce mejor a través de su personalidad, costumbres e intereses.

Todas buscamos el amor. Nos hace ilusión desde muy pequeñas encontrar a ese príncipe azul que nos salve, nos proteja, nos acelere el pulso y haga temblar nuestras rodillas. A medida que vamos creciendo, nos vamos percatando que la vida no es necesariamente un cuento de Hadas.

Seguramente muchas de nosotras juramos que nunca seríamos infieles, que ni siquiera se nos cruzaría por la mente, que antes terminaríamos con nuestras parejas. Ahora bien, ¿qué sucede cuando empiezas a sentirte tentada por otro hombre?

Las relaciones son algo complicado y comúnmente el estrés que se desprende de ellas se atribuye a las mujeres. Quizás es porque tendemos a ser más activas mientras que el hombre tiene una actitud más pasiva. Lo cierto es que no nos debemos olvidar que los hombres también se estresan y por varios motivos. Pero en esta oportunidad te traemos algunas de las cosas que hacemos las mujeres que realmente los sacan de su sitio.

Toda pareja pasa por discusiones, en las que muchas veces el hombre termina durmiendo en el sofá, sin cruzar una palabra por varios días. Esto es normal que ocurra, pero no por una pelea va a terminar una relación, por lo que tarde o temprano hay que volver a hablar e intentar reavivar el amor.

Desde niñas nos ronda en la cabeza la idea del matrimonio, ya que lo vemos en los cuentos infantiles, en las telenovelas, en las películas. Según la sociedad, la edad y la forma del matrimonio es distinta. En la actualidad la mujer tiene mucha mayor libertad que hace algunas décadas atrás en cuanto a la elección de su vida, si se quiere casar o no, y cuándo, si quiere tener hijos o no, y si quiere seguir casada o ya no.