Taika Waititi ya dio el gran salto a Hollywood, donde se encargó de dirigir el nuevo gran blockbuster de Marvel, Thor: Ragnarok, que se ha estrenado con críticas muy positivas y un auspicioso arranque en las boleterías.

Hace algunos meses nos enteramos de que la novena película de Quentin Tarantino sería muy diferente a lo habitual: un proyecto centrado en la vida y los asesinatos perpetrados por Charles Manson y su secta, conocida como «La familia Manson».

Que Marvel le haya confiado a los hermanos Joe y Anthony Russo la responsabilidad de cerrar la fase 3 del Universo cinematográfico de Marvel, y dirigir las dos grandes películas que concluirán la historia de los Avengers, se puede explicar sobre todo gracias a que la dupla había realizado Capitán América: Soldado de invierno, una de las mejores películas de la franquicia y tal vez la más singular y alejada de la fórmula habitual.

It había sido una de las adaptaciones más icónicas de Stephen King en los 90, un clásico al que el director Andrés Muschietti logró modernizar y recrear sin que el público considerara que había arruinado su esencia o traicionado su legado, sino más bien todo lo contrario.

The Blair Witch Project sacudió el cine de terror en 1999 con su novedoso formato found footage (después replicado hasta el cansancio y sin demasiada justificación), su astuto truco promocional que difuminaba los límites entre ficción y realidad, y una implacable publicidad boca a boca que la convirtieron en un brutal éxito de taquilla (se hizo con 60.000 dólares y recaudó más de 200 millones) y en una película con un enorme impacto internacional.

Mel Gibson y Danny Glover habían dicho que no estaban interesados en volver a Lethal Weapon, la legendaria saga de acción policial que inició en 1987 de la mano del director Richard Donner y con el guion de Shane Black, que Warner Bros. había querido resucitar desde hace un buen tiempo.