El sur de California continúa siendo azotado por los incendios forestales que ya han consumido miles de acres y han destruido cientos de estructuras. Autoridades reportan que entre 12 y 20 personas fueron sorprendidas robando las viviendas que tuvieron que ser evacuadas por culpa del fuego. También puedes ver: "No me llevé nada": hispana llora frente a los escombros de su casa destruida por incendios en California.

Un numeroso grupo de bomberos lucha contra las potentes llamas que están afectando al Valle de San Fernando. Según autoridades, el incendio Kenneth cada vez se pone más complicado, pues el viento está soplando con más fuerza lo que ha provocado que el fuego se extienda. Varias personas están bajo alerta y atentas a posibles evacuaciones.

El voraz incendio Eaton ha dejado miles de daños, se estima que hay entre 4,000 y 5,000 casas destruidas, por lo que las familias acompañadas de bebés, niños, ancianos y mascotas se acercan a los refugios en busca de ayuda. Incluso, un hispano viajó desde Napa para ayudar a los afectados e invitan a los indocumentados a ir a los albergues para recibir la asistencia.

El incendio Eaton ha dejado miles de daños, incluso, muchas familias no pudieron sacar sus pertenencias debido a que el fuego se expandió rápidamente. Rodolfo Garnica es un guatemalteco que lleva viviendo 45 años en Altadena y en la madrugada tuvo que salir corriendo con su hermana y su madre de 87 años, pero al regresar encontró un desolador panorama. "Todo está quemado", dijo.

El video corresponde a un período de 90 minutos durante la noche del martes 7 de enero, horas después de que estalló el incendio Palisades, según reporta BBC. El fuego creció de 20 acres a más de 200 acres en solo 20 minutos, según la cadena. Hasta el jueves 9 de enero por la tarde, el Palisades Fire había alcanzado más de 17,200 acres.

Desolación, así está el panorama en Altadena, una población reconocida por sus edificios y lugares históricos. Los potentes incendios forestales han arrasado con todo a su paso, pues las casas, autos y negocios quedaron en ruinas y muchas familias aún no pueden volver por el riesgo a su salud.