La exposición pública de la forma de vivir (y vestir) de los narcos ha generado una tendencia de moda que otorga un sentido de pertenencia. Nace así una especie de art-narcó -la expresión final del juego de los extremos, en donde lo importante es mostrar sin empachos el poder y el dinero.
La libertad, sí, tiene forma de barba. El amotinamiento contra el rastrillo y la máquina de afeitar es un acto dichoso de liberación y una auténtica declaración de independencia.
Días de intensidad —y de tristeza colectiva— inusitada en México, que comenzó con la muerte del ídolo Juan Gabriel y se coronó (para peor) con la visita de Donald Trump a la casa presidencial.
En el 25 aniversario de la web recordamos cómo éramos en 1991. ¿Vivíamos desconectados? No. Compartíamos todo a nuestra manera: en persona y de viva voz.
A Cuba le importan un bledo las Kardashian. Son sólo unas más de las celebridades que tienen a la isla como destino turístico. Pero bastaron unas fotos para que los trolls de redes sociales hicieran una carnicería salvaje. ¿Será que solo se admiten fotos de los viajeros “progres”, los que conocen la historia, los intelectuales y los “enterados”?