Donatien Alphonse François de Sade, mejor conocido por su título nobiliario como «El Marqués de Sade», nació el 2 de junio de 1740 en París, Francia. Fue un filósofo de una afilada e infecciosa pluma que incursionó en todos los grandes géneros, destacándose especialmente en la novela, el ensayo y, con menor intensidad, en el cuento y la dramaturgia.

Ubicado al norte de New England, Maine se considera como el Hollywood del Este de Estados Unidos. De acuerdo, la comparación es bastante libre, pues el lugar dista del glamour y los excesos de la meca del cine. Aun así, ha sido cuna para la filmación de grandes películas como Forrest Gump, Jumanji, Shutter Island y Casper.

“Creo en maldiciones. Creo en demonios. Creo en monstruos.”

Si empiezas a temblar sin control y sientes un líquido corriendo por tus piernas, temo decirte que ocurrió: los directores de estos vídeos musicales lograron asustarte.

Empecemos esto con una anécdota. Hace unos años, mi hermana me invitó al cine y como ella era muy fan de Nicolas Cage (prebancarrota) compró entradas para The Wicker Man. Yo no podía creer lo que veía. La historia de fondo no era mala, pero los diálogos carecían de sustancia y las actuaciones eran muy exageradas. ¿El resultado? Las risas de la mayoría de los espectadores. Es que, ¿cómo reaccionarían ustedes ante una escena como esta?

De todos los seres monstruosos e intimidantes que se han llevado al cine, los zombis quizás nos aterren un poco más que el resto.