¿Sabías que un atraso en la menstruación podría no ser una señal de embarazo, sino de ansiedad o nerviosismo? Los cambios emocionales influyen en tu cuerpo, incluso en el ciclo menstrual.

Si sueles olvidar los compromisos del día a día y no logras concentrarte en tareas que antes te parecían fáciles, puede que sea hora de consultar a tu médico y hacerte algunos análisis, ya que esa dificultad podría estar relacionada con algunos problemas de salud.

Para quienes tienen creencias religiosas sin dudas un estudio así no prueba demasiado, pero la ciencia está dispuesta a seguir analizando el comportamiento humano. Este estudio en cuestión fue publicado en la revista Adaptive Human Behavior and Physiology y se preocupa de analizar las implicancias sociales en el cuerpo humano y viceversa.

Tener un desequilibrio hormonal no es nada agradable. Además de los cambios de humor, tu cuerpo experimenta diversos síntomas como uñas quebradizas, sofocos, acné, aparición o aumento del vello en la cara, hinchazón, entre otros, que pueden afectar tu salud y tu calidad de vida.

Cuando hablamos de anticonceptivos, lo primero que se nos viene a la cabeza son los métodos hormonales. Pastillas, parches e inyecciones encabezan la lista de las opciones a las que las mujeres recurren para evitar un embarazo. No obstante, estos métodos pueden tener efectos nocivos para el cuerpo.

«¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar!», «Yo no estoy llorando, TÚ ESTÁS LLORANDO». Frases tan comunes como estas nos demuestran que vivimos en una sociedad en la que, al parecer, llorar es un signo de debilidad (ojo que ser débil tampoco es malo). Y no sólo eso, incluso hasta te convierten en el blanco de las burlas. ¡Ni se diga si lo haces durante una película enfrente de todos!