Si eres de los que se siente cansado todos los días, todo el tiempo, incluso después de haber dormido... entonces, eres de los míos. No importa cuánto café tomemos, o cuantas siestas durmamos, ¡sentirnos cansados es parte de nuestro ser! Y nunca faltan quienes nos viven criticando por quejarnos todo el tiempo de que nos duele todo y que necesitamos descansar.

Cuando llega el momento de irnos a vivir solos nos invade la alegría. Una nueva etapa en nuestra vida comienza y sentimos muchas emociones juntas. El primer día que te mudas, después de despedir a tus familiares y a tus amigos que te ayudaron con la mudanza, te recuestas sobre unos cartones que envolvían la heladera. En ese instante, en completa soledad, miras a tu alrededor y ves que sólo tienes una mesita, ¡ah! Y la heladera.

El mundo no entiende a los desconfiados, ¿acaso está mal ser demasiado precavido en ocasiones? Que nos sigan tildando de desconfiados, nuestras cuentas en el banco están seguras, mientras que probablemente las de ellos estén siendo hackeadas por malhechores de una isla muy muy lejana.

Si realmente amas tener en tu poder un montón de libros, si sonríes tontamente cada vez que encuentras tu libro preferido en el estante de la librería, si puedes pasar un día entero leyendo sin ningún problema, seguramente te vas a sentir identificado con todas estas situaciones, con TODAS.

Romper las barreras del tiempo es posible y viajar al futuro también. Dejemos a la ficción de lado, en esta vida todo lo que se quiere, se puede, según afirman muchos. Así que a mis 12 años decidí que tendría que existir una forma de contactarme con la mujer que sería a los 30, entonces le escribí una carta «a la futura mujer que seré». ¿Qué dice la carta? Aún no lo sé, me quedan tres años por descubrirlo.

¡Nerd! ¡Nerd! ¡Nerd! ¿Cuántas veces lo has escuchado? No importa… esa palabra proviene de personas que no tienen mucha idea del mundo en que viven o mejor dicho viven su propio mundo de cosas «normales» como ir de compras al shopping un fin de semana. No importa… Bien sabemos que los raros son los otros.