5 románticas historias de Disney que en realidad son bastante escabrosas

Creo que la animación de  Disney se caracteriza por dos cosas: películas que perdurarán por siempre en nuestra memoria y las historias más escabrosas y disfuncionales del mundo. Un poco dual, ¿verdad?

Pero es la más pura realidad, la disfuncionalidad y las cosas más WTF del mundo son características usuales de Disney, y cuanto más si hablamos de historias románticas... las favoritas de todos y por cierto, uno de los terrenos favoritos de Disney para hacer de las suyas.

Estamos tan acostumbrados a verlos como clásicos que no nos damos cuenta de lo que verdaderamente está pasando en esas historias.

Seamos sinceros, ¿qué clase de persona se enamora de una Bestia terrorífica que tiene secuestrado a tu padre?… ¡vamos! ¡Es imposible! O que clase de Príncipe anda besando chicas dormidas por ahí, ¡por dios! ¡Ese tipo tenía un problema! Pero claro, crecimos viéndolos y para nosotros es lo más normal del mundo… 

Convengamos también en que muchas de las historias son fábulas clásicas digamos… totalmente deformadas por Disney. Para demostrar mi punto, hagamos un repaso por algunas de sus historias más escabrosas

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# 5 La Bella y la Bestia

Uno de los clásicos favoritos de todos, poseedor de una de las canciones más icónicas de la historia de las películas infantiles. Todo hermoso, pero… pensemos un poco, una bestia atemorizante con el aspecto de un jabalí humanoide mezclado con cabra secuestra a un pobre anciano que fue a parar a su puerta… ¿Qué necesidad de secuestrar al pobre anciano? ¡La Bestia es un verdadero psicópata!

Y por si fuera poco, la hermosa e inteligente hija va a rescatar a su anciano padre para terminar… ¡enamorándose de la Bestia horripilante que lo secuestró! Debe ser de los momentos más WTF de la historia. Creo que llevaron demasiado al extremo el cliché de la chica buena que se enamora del chico malo…

No hay ninguna posibilidad de que esa relación pueda funcionar, como les dije, la Bestia es un psicópata y eso no se le curará con volver a la forma humana… Divorcio asegurado en menos de 2 años…

# 4 Pocahontas

Nada mas lindo que el amor floreciendo en las peores condiciones… Esperen… ¿ella se enamora del tipo que viene a saquear y asesinar a su gente? Básicamente, sí. Bien, creo que no hace falta hablar más al respecto... De hecho, la historia verídica de Pocahontas no tiene nada que ver con la que Disney nos presentó.

# 3 La Sirenita

Bueno, al igual que La Bella y la Bestia, por razones fisiológicas es un poco extraña… Se ve que las historias de humanos que se enamoran de monstruos estaban de moda, con la excepción que en este caso se trata de un monstruo marino. Un monstruo marino que se enamora de un humano, mientras que otro monstruo marino se hace pasar por una chica para poder casarse con el humano… Es todo muy confuso y aquí hay demasiados peces para mi gusto…

# 2 Blancanieves

Una de las fábulas clásicas más recordadas de la historia que como no podía ser de otra forma fue ligeramente alterada por Disney. Todos conocemos la historia de Blancanieves y su rebelión contra su madrastra ayudada por su propia pandilla de enanos…

Pero yendo a lo romántico, digamos, Blancanieves queda en una especie de coma y en ese momento, como por arte de magia un príncipe de dudosa moral acierta a pasar por allí.

Y claro, como era un Príncipe y no tenía otra cosa que hacer, se le ocurre besar a la pobre Blancanieves en estado coma, a la que por cierto, nunca había visto en su vida pero por arte de magia resultó ser su “amor verdadero” ¡Oh, qué romántico! ¡Ese tipo tenía problemas! ¡Era un depravado! En la vida real debería estar preso.

Por cierto, en el cuento original de los Hermanos Grimm, es todo muy distinto, aunque bastante más creepy...

# 1 La Cenicienta

No hay persona en el mundo que no conozca esta historia. La hija de un hombre adinerado trabaja como sirvienta en su propia casa, bajo el yugo de su madrastra y sus hermanastras. Una noche, con la ayuda de unos ratones mágicos y la infaltable Hada Madrina, consigue colarse a un baile de la realeza bajo el efecto de un hechizo que la viste como una verdadera dama de la corte hasta la medianoche —o los ratones habían alquilado el vestido hasta la medianoche y debían devolverlo, nunca lo sabremos— .

En ese baile conoce ni más ni menos que al zopenco del Príncipe Encantador, al que le basta bailar un par de veces con Cenicienta para enamorarse de ella. La cuestión es que Cenicienta pierde un zapato huyendo a contrarreloj para no perder el encantamiento —o ir a devolver el vestido—. Al otro día, el Príncipe decide que se casará con la mujer a la que le calce el zapato perdido.

Bárbaro, decide casarse con alguien que calzara 35, 36 aprox., ¿qué clase de persona decide casarse con alguien al que le entre un determinado zapato? ¿Acaso no sabía que hay pocas medidas de zapatos y muchas personas calzan lo mismo? Se ve que no. Confirmado, el Príncipe era realmente un idiota…

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¿Tú qué opinas de estas historias? ¿Te parecen tan escabrosas como a mí?