Si entraste a leer este artículo es porque eres un haragán y deseas sentirte identificado con el resto de lo haraganes. Esa es la verdad. Por eso no debes perderte estos consejos para sacarle el mejor provecho a tu pereza, y lo más importante: no olvides de leer todos los puntos, tampoco seas tan perezoso, me lo vas a agradecer.
Guía práctica para haraganes: 11 consejos para que tu pereza sea productiva

1. Lavarte los dientes mientras te duchas
Nada mejor que poder hacer varias cosas en una. Y la ducha se presta a la perfección para poder hacerlo: mientras te bañas te cepillas los dientes. Así tendrás más tiempo para poder estar en el sillón.
2. Poner nylon film a los platos para no lavarlos

Lavar los platos, algo que siempre quieres evitar. Cuando en familia comen pasta con pollo, siempre pides pasta solo. No sea que te toque el hueso del pollo y después tengas que lavar los platos. Aquí tengo un gran consejo: le pones nylon film al plato y no tendrás que lavarlo.
3. Darle las sobras al perro así es más fácil lavar los platos luego

Eres un experto en ahorrar pasos. Así que si no le has puesto film al plato tienes la opción de llamar a tu perro para que te facilite esa tarea tan molesta y complicada.
4. Esperar a que alguien se pare de su silla para pedirle que te alcance cosas

Cada vez que alguien se levanta es una oportunidad para pedirle que te alcance algo. No la desaproveches, a veces muchas personas demoran en dejar su silla.
5. Comprarte el "alcanzacosas" para no tener que pararte a agarrar las cosas

¿No conocías el “alcanzacosas”? Para tu felicidad existe un objeto alcanzacosas que te permite quedarte cómodamente en la cama o en el sofá sin tener que pararte para ir a buscar el control de la tele, entre otras cosas. El mejor invento (aunque podría mejorarse).
6. Comprar las verduras ya peladas y cortadas

Tienes que alimentarte saludablemente, ¡pero qué molesto hervir acelgas! Sí, lo sé, pelar papas y rallar zanahorias es lo peor… Por suerte en el súper puedes adquirir las verduras cortadas. Sé cómo te sentiste la primera vez que viste el envase, fue hecho para ti.
7. Tomar de la botella para no lavar vasos

Estás solo en tu casa, te da sed y ves que le queda poca agua a la botella, ¿por qué usar un vaso si puedes tomar de la botella? Estás solo, no existen reglas de convivencia (y tendrás menos cosas para lavar).
8. Moverte por toda tu casa con la silla del escritorio

Si en tu casa hay espacio, aún no te compraste el “alcanzacosas” y tienes una silla de escritorio, no lo dudes. Úsala para moverte.
9. En cada fiesta que organizas le pides a tus amigos que traigan sus propios vasos y platos

Las fiestas en casa son tu peor enemigo. Todos van a divertirse y a comer, muy lindo todo, ¿pero después quién limpia y lava la vajilla? Pídele a tus amigos que traigan sus vasos y platos, así lavan lo que ensuciaron.
10. Comer de la vianda para no tener que usar platos

Tienes que lavar los platos en tu casa, con eso es suficiente. Por eso nada mejor que comer de la vianda en tu trabajo. Sí, es más difícil cortar la carne, ¿pero qué importa?
11. Secarte con el ventilador para no usar toallas

Si usas toallas tendrás que lavarlas y después colgarlas. Cuando te bañes espera a secarte solo o en verano usa el ventilador ¿no lo habías pensado?
Es mentira eso de que al haragán todo le cuesta el doble. Eso lo inventaron para que hagas más y más cosas, pero tú no te dejas engañar, y sabes cuán productiva es esta guía.









