Los niños se pueden estimular de varias maneras, desde jugar con ellos, cantarles una canción, hacerles masajes, ponerles ciertos programas de tv o que escuchen música. Si no sabes de qué manera puedes estimular a tu hijo, sigue tus instintos; incluso nuestros propios hijos nos van guiando en el camino, a veces no hay que tener conocimientos específicos o llevarlos a algún centro especial, en nuestro mismo hogar y con las actividades cotidianas encontrarás muchas formas de hacerlo.

El primer año de nuestros hijos es un año de cambios permanentes; luego del primer mes, cada día tu pequeño te sorprende con nuevos avances y logros; su carita también va cambiando y ya empiezas a disputar con tu pareja a quién se parece más y de quién ha heredado el color de los ojos y esa bella nariz repingadita.

La estimulación temprana es una práctica muy importante para el desarrollo de nuestro bebé tanto a nivel físico como psicológico. Una de las actividades más esperadas por los padres es el momento en el que su hijo da los primeros pasos.

Para los bebés, las actividades de estimulación temprana es el despertar sus sentidos. Las funciones que fomenten el uso de la vista, el tacto, el olfato, el gusto y la audición serán claves para su desarrollo. Participar en actividades puede aumentar su curiosidad, ayudar a desarrollar su capacidad de atención y promover el desarrollo del sistema nervioso.

El cerebro de un bebé se desarrolla impresionantemente desde que nace hasta los 5 años aproximadamente, por ello se le compara muy acertadamente con una esponja pues en dicha etapa absorben todo lo que les rodea.

Mucho hemos escuchado sobre la importancia de la estimulación en nuestros hijos, y si bien la ironía está en que mientras más se conoce del tema, más nos damos cuenta de cuántas cosas nos faltan por saber, la idea principal es la de criar a hijos dinámicos, educados, con juegos, ejercicio y destrezas para ayudarles a aprovechar al máximo sus propias habilidades.