Cada país tiene sus modismos y nosotros no nos quedamos atrás. Porque si hay algo de lo que los argentinos abusamos, es del lunfardo y las expresiones que solo entre nosotros entendemos.

Las “malas palabras” forman parte del habla cotidiana de muchos argentinos y escuchar a alguien insultar casi que no llama la atención.

No caben dudas de que Buenos Aires es una de las capitales culturales del mundo, con una amplia variedad de oferta gastronómica y de conciertos, cines, teatros y literatura. Los porteños respiran cultura y vida bohemia en cada esquina.

El mundo de la política argentina está lleno de perlitas memorables que no hacen más que exponer la clase de dirigentes que tenemos. Muchas de estas son conocidas, otras... no tanto, como el caso de Adolfo Rodriguez Saa, que cobra una pensión vitalicia presidencial por haber ocupado el cargo por 7 días.

No hay dudas, el mate es la infusión rioplatense por excelencia. Siempre a nuestro lado, la bebida es símbolo de unión ente amigos, hermanos, compañeros y pueblos que comparten la pasión por la yerba mate.

Los bomberos voluntarios son héroes cotidianos que día a día arriesgan sus vidas por una causa noble sin cobrar un peso. Las distintas agrupaciones sobreviven a base donaciones por parte del estado, civiles y otras organizaciones.