Ya se cumplió una semana de la desaparición de Karen Ramírez, una joven hondureña que fue vista por última vez en el restaurante bar La Playita, donde, según sus familiares, trabajaba como mesera en el turno de la noche.

A la espera de una respuesta de ICE, varias familias llegaron hasta donde llevaron a sus familiares indocumentados detenidos. En total son 26. Algunos ya firmaron su orden de deportación voluntaria porque no han podido pagar la fianza que el juez les ha impuesto. Familiares y activistas han catalogado esto como una emboscada de ICE.

Las autoridades del FBI dicen que este tipo de casos ha aumentado en el Valle Central, con familiares pagando miles de dólares a secuestradores, incluso antes de que se sus familiares lleguen al país.

Tras el hallazgo de doce nuevos cuerpos en una fosa clandestina en Veracruz las autoridades mexicanas no descartan que en otros municipios de ese estado se encuentren más cadáveres. Activistas y familiares de desaparecidos están convencidos de que en esa región se cometieron crímenes de lesa humanidad.

Han pasado 48 horas desde que el hombre llegó a este lago y no se sabe nada de él. Sus familiares dicen que las esperanzas de encontrarlo vivo son muy escasas.

Gerardo Martínez fue arrestado en Galveston por manejar su auto con un foco fundido y con una licencia vencida. El padre de familia fue puesto en manos de las autoridades de inmigración y permanece en un centro de detención.