El Departamento de Policía de Provo aclaró el jueves 7 de agosto que no colaboran con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El comunicado compartido en sus redes sociales señala que “no tienen la autoridad de arrestar a una persona solo por su estatus migratorio”.

Activistas criticaron el modo en que operaron agentes federales en la redada del miércoles 6 de agosto en el Parque MacArthur, además denunciaron el silencio que han guardado varias empresas sobre estos operativos. “En vez de comprar en Home Depot vamos a apoyar a nuestros vendedores ambulantes”, dijo la líder Laura Esquivel. Organizaciones prevén realizar protestas el próximo martes 12 de agosto.

Telma Funes, una madre de origen hondureño, está pidiendo ayuda a las autoridades de su país para ‘autodeportarse’. La mujer llegó a esta desesperada decisión después de que su esposo fuera detenido por ICE y ella tuviera que hacerse cargo de sus dos hijos con necesidades especiales.

Este 6 de agosto, al celebrar El Día del Salvadoreño en el Exterior, la comunidad salvadoreña en la ciudad de Hyattsville, Maryland, expresó su descontento debido a las políticas migratorias de la administración Trump y los arrestos de ICE. “La gente no quiere salir a las calles a festejar”, dijo Marilin Miranda, hija de beneficiaria del TPS.

Un menor de edad fue arrestado, esposado, requisado y trasladado a un centro de procesamiento de ICE. Según cuenta el adolescente que tiene 17 años, el día de la detención los oficiales federales realizaron todo el procedimiento sin verificar su edad o estatus migratorio. Al llegar al centro de detención se percataron del error y llamaron a su madre para que lo recogiera, pero obligaron a la mujer a usar un grillete.

En el amanecer de este miércoles 6 de agosto, agentes de inmigración realizaron una redada sorpresa en el área de MacArthur Park, en el estacionamiento de un Home Depot, lugar que frecuentan trabajadores hispanos. De acuerdo con el testimonio de Eduardo, jornalero que estuvo en el lugar de los hechos, los agentes aparecieron de repente en camiones de la compañía de mudanzas Penske. “No nos quedó tiempo de nada”, contó.