El suspenso es el arte de combinar lo que el espectador sabe y lo que no puede ver. La correcta articulación de estos elementos contribuye a uno de los tantos tipos de clímax, que es al género de terror lo que la risa es a la comedia. Infected, el segundo episodio de la temporada 4 de The Walking Dead es un canto al arte del suspenso, a continuación veremos por qué.

La temporada 4 de The Walking Dead ya comenzó a entregar toda la intensidad y la violencia que prometía desde antes de estrenarse y el episodio anterior ya puso en pantalla una amenaza adicional para los sobrevivientes -además de los siempre presentes caminantes-, varios momentos trágicos y varias víctimas adicionales.

Breaking Bad finalizó pero las noticias en torno al drama de AMC se siguen sucediendo, permitiendo que los fanáticos de la serie podamos ir posponiendo el adiós definitivo a la historia y los personajes que seguimos durante cinco temporadas.

El final de Breaking Bad ha dejado un espacio vacío en la televisión para todos los fanáticos que, o bien deben intentar llenarlo con otra serie, o bien pueden esperar a seguir inmersos en el universo de Breaking Bad una vez que salga el spinoff centrado en Saul Goodman (Bob Odenkirk), titulado Better Call Saul.

La temporada 4 de Walking Dead se ha levantado de entre los muertos y poco importa lo dura que ha sido la crítica con esta serie en su última temporada; lo cierto es que nuevamente logra convocar al espectador a la misa ritual del domingo a la noche.

Para alegría de todos los fanáticos, la temporada 4 de The Walking Dead llegó finalmente a AMC marcando el regreso de los personajes y la historia que todos ya conocen y quieren seguir disfrutando, al mismo tiempo que se comienza a apuntar a nuevas direcciones y se preparan algunas sorpresas y novedades, con la serie ahora supervisada por un nuevo showrunner.