The Walking Dead: el arte del suspenso [Crítica 4x02]

El suspenso es el arte de combinar lo que el espectador sabe y lo que no puede ver. La correcta articulación de estos elementos contribuye a uno de los tantos tipos de clímax, que es al género de terror lo que la risa es a la comedia. Infected, el segundo episodio de la temporada 4 de The Walking Dead es un canto al arte del suspenso, a continuación veremos por qué.

Tensión y clímax

Este episodio a cargo de Guy Ferland en dirección no escatima en momentos de tensión que dejan al espectador a merced del ojo de la cámara. Como mencioné anteriormente, el juego del suspenso consiste en la fórmula que articula y separa lo que sabemos de lo que no podemos ver. Así se explica el éxito de la escena en las duchas, donde el espectador es consciente de la amenaza aunque no pueda visualizarla, siendo la sugerencia el único elemento que conecta todos los cabos sueltos.

Otro punto de inflexión en cuanto a clímax es la escena del alambrado, uno de los elementos de la prisión que a esta altura adopta carácter de personaje en sí mismo, ¿cuántas cosas suceden en torno al alambrado que rodea la prisión? En esta secuencia en particular, el alambrado se tensiona y comienza a ceder ante la presión de los caminantes, como nosotros nos tensionamos antes semejante momento de clímax. El que termina cediendo es Rick ( Andrew Lincoln), quien parece librar una batalla interna desde el comienzo de la cuarta temporada.

Fé de ratas

El guión de Angela Kang hace hincapié en otro de los elementos fundamentales de The Walking Dead: la retorcida naturaleza humana. ¿Quién está alimentando a los caminantes?, ¿es un intento de sabotaje o es la misma irracionalidad de la inocencia?, recordemos a los niños adoptando a los muertos como si se tratara de mascotas: un escalofriante retrato de la niñez en este nuevo mundo.

Quizás Lizzie ( Brighton Sharbino) juegue un papel fundamental en estas incertidumbres. En definitiva la niña trata a los muertos como humanos poniéndoles nombre y dibujándolos, un síntoma común de los afectos infantiles. ¿será ella quien los alimenta?

No es esta la única incertidumbre que nos queda luego de mirar Infected: la escena de Michonne ( Danai Gurira) con Judith nos hace preguntarnos sobre su pasado antes de los caminantes, y el constante diálogo silente entre Rick y Carl ( Chandler Riggs) en torno a las armas nos sugiere de que hay algo más allá de intentar vivir en la normalidad.

Por último vale destacar el acento que viene poniendo la cuarta temporada en el personaje de Carol ( Melissa McBride). Sus enseñanzas de supervivencia a los niños pueden ser entendibles en el contexto, pero animar a una niña a rematar a su moribundo padre, ya muestra una patología degenerativa en su psíquis. ¿Será una consecuencia manifiesta de la muerte de Sophia?

Puntaje 8/10. Un excelente capítulo con buenos momentos de suspenso y un guión que nos sumerge cada vez más en la intriga. Sin dudas que la espera hasta el domingo será poco más que eterna.