El pasado jueves 25 de marzo, el cadáver de Scott Anderton -de 33 años- fue hallado flotando en un canal y se le encontraron hasta 37 heridas punzantes en su cara, abdomen y sus extremidades.
"Un acto de maldad": Tres jóvenes son condenados por el asesinato de un hombre al que apuñalaron y tiraron en un canal
Las autoridades determinaron que los tres sentenciados -entre los que están dos menores de edad- le propinaron 37 puñaladas en unos 30 segundos, antes de ser arrastrado y empujado al canal.
Por:Univision
Tras el hallazgo ocurrido en Leigh, Wigan (en el noroeste de Inglaterra), las averiguaciones de la policía determinaron que la víctima se había topado con tres jóvenes, entre ellos dos adolescentes: Liam Bailey, Harry Maher y Liam O’Brien; de 21, 16 y 17 años, respectivamente.
Notas Relacionadas
La Policía del Gran Manchester (GMP) explicó que, tras intensificarse la investigación por medio de las grabaciones de las distintas cámaras de videovigilancia, se comprobó que los tres jóvenes apuñalaron a Anderton por unos 30 segundos, antes de ser arrastrado hasta el canal y ser empujado.
El médico forense agregó que Anderton intentó agarrarse a la orilla mientras era arrastrado por las aguas del canal, pero que las graves heridas que había sufrido terminaron por hacerlo perder el conocimiento.
Por si fuera poco, la policía indicó que Bailey y O'Brien regresaron a la escena del crimen para filmar en sus celulares el cordón policial y el trabajo de las autoridades.
Tras casi 8 meses desde el homicidio, Bailey se declaró culpable de asesinato, asalto e intento de robo y recibió tres condenas que se ejecutaron al mismo tiempo el pasado 12 de noviembre, por lo que pasará 36 años tras las rejas.
Mientras tanto, Maher fue condenado a 16 años en prisión y O’Brien estará una década en la cárcel, tras ser encontrado culpable de infligir lesiones corporales y homicidio involuntario.
Notas Relacionadas
“Fue un ataque extremamente violento y cruel (…) en el que no mostraron absolutamente ningún remordimiento por sus atroces acciones, ignorando los gritos de auxilio (de la víctima), antes de verlo morir en el canal”, dijo la detective en jefe de la GMP, Liz Hopkinson.
Tras conocerse las condenas a los tres involucrados en este “acto de maldad”, Hopkinson espera que “las significativas sentencias proporcionen un sentido de justicia y un cierre para la familia de la víctima y seres queridos”.