"Me paré entre ellos para orar": video completo muestra otra realidad sobre imágenes polémicas que se hicieron virales
Un fragmento de un video en el que se ve un estudiante que lleva una gorra roja de Trump parado altivo y sonriente frente a un hombre mayor aborigen que toca un tambor y hace cánticos en su lengua, desató una avalancha de críticas y de lecturas en las redes sociales que condenaban lo que parecía una actitud retadora e irrespetuosa con el hombre que además resultó ser un veterano de guerra.
El video corto circuló por todos los medios incluso en Univision Noticias, pero lo que parecía una afrenta irrespetuosa de parte del estudiante Nick Sandmann de la escuela católica Covington, visto desde la perspectiva de un video más largo que se ha conocido recientemente, deja en evidencia que los hechos ocurrieron de manera muy diferente a como las primeras escenas conocidas hacían pensar.
El grupo de jóvenes blancos que coreaban y bailaban, en realidad, estaban ahí parados confrontando a miembros de una secta de afroamericanos judíos que se habían presentado ese día en Monumento a Lincoln a reclamar por sus derechos.
Después de varias discusiones sostenidas por los integrantes de la secta con diferentes individuos que quedaron capturadas en el video, el grupo de jóvenes de la escuela católica empezó a conglomerarse alrededor de los hombres afrojudíos.
En el video largo, que de hecho graba uno de los miembros del grupo de afroestadounidenses, se ve cómo el ambiente empieza a ponerse tenso cuando el grupo de los estudiantes blancos que estaba ahí por un marcha antiaborto y mayor en número, empieza a responderles con cánticos y coros e incluso con bailes típicos de los que hacen las tribus maoríes para intimidar a su enemigo.
Nathan Philips aparece en escena
En ese contexto de confrontación aparece Nathan Phillips, de 64 años, tocando un tambor y secundado por otro hombre, quienes se acercan al grupo de estudiantes que intentado seguir su ritmo empiezan a cantar y bailar. “Me paré entre ellos para orar”, explicó Phillips a The New York Times , quien especificó, como se puede notar en el video, que fue él quien se acercó al grupo de estudiantes para disolver la tensión que había entre los dos bandos. Objetivo que consiguió.
“El señor Phillips se acercó, pidiendo prestado un tambor. Juntos, se dirigieron hacia el centro de los estudiantes, creando una especie de círculo de oración. Cantaron lo que él dijo que era una canción espiritual muy conocida asociada con el Movimiento Indio Americano de los años 60 y que se usaba para la oración y la resistencia”, confirmó por su parte, el rapero de origen indígena Marcus Frejo, quien fue testigo de los hechos.
Este episodio que captura la confrontación de tres grupos raciales paradójicamente en el lugar mismo en donde Martin Luther King Jr. hizo su famoso discurso por los derechos civiles, ha escalado al punto que hoy la Escuela Católica Covington ha decidido permanecer cerrada por todas las críticas que le han llovido sobre las interpretaciones de los comportamiento de sus estudiantes.
El presidente Trump ha querido avivar el debate con un tuit en el que sentencia que el estudiante Nick Sandmann y sus compañeros de la Escuela Covington se han convertido en el símbolo de las noticias falsas y cuán dañinas pueden ser. "Ellos han capturado la atención de todo el mundo y estoy seguro de que la usarán para bien, incluso, quizás para unir a las personas”.
Con la versión de los hechos aún confusa, el Movimiento Indígena-estadounidense de Kentucky hizo una pequeña protesta afuera de la diócesis católica de Covington.
Por su parte, Nathan Phillips declaró a la agencia de noticias AP su disposición de ir al colegio de jóvenes para hacer un conversatorio sobre apropiación cultural, racismo y la importancia de respetar la diversidad de las culturas. “Tengo fe en que los humanos podemos usar un momento como este para encontrar una manera para ganar entendernos".