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Protestas

Trabajadores de Google protestaron contra la cultura que "protege" a acosadores en la corporación

Tras la revelación de una historia de acoso sexual que implica al cofundador de Android Andy Rubin, quien negoció una "renuncia amigable" con una compensación de $90 millones, se desató una ola de indignación entre los empleados de la corporación tecnológica.
2 Nov 2018 – 04:17 AM EDT
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Protestas de trabajadores en las afueras de las oficina de Alphabet, la casa matriz de Google. Crédito: Noah Berger/AP

“No seas malvado” fue el lema original de Google cuando emergió en el mundo de internet. Y ahora, un grupo de empleados de la tecnológica lo ha rescatado para mostrarlo en pancartas que han usado como un sarcasmo en una protesta este jueves contra la que consideran, una cultura que "protege" a los acosadores sexuales en la empresa.

Las manifestaciones, que se organizaron tras conocerse una historia de acoso sexual a una empleada por el cofundador de Android Andy Rubin, que fue publicada en el diario The New York Times, se han replicado en las oficinas de Tokio, Singapur y Londres, hasta Nueva York, Seattle y San Francisco, donde ingenieros con elevados sueldos y otros empleados hicieron paros de una hora y salieron a las calles a partir de las 11:10 locales.

De acuerdo con lo revelado por el rotativo neoyorquino, en 2014 el actual director ejecutivo de Alphabet, matriz de Google, Larry Page, pidió la renuncia a Rubin al considerar la compañía "creíbles" unas alegaciones según las cuales este habría forzado a una empleada a practicar sexo oral con él en un hotel.

El cocreador del sistema operativo para móviles Android -que Google compró en 2005- abandonó entonces la compañía, pero su renuncia fue presentada al público como "amigable", no se hizo ninguna mención al escándalo sexual y Rubin recibió una compensación de 90 millones de dólares.

El diario reveló acusaciones del mismo tipo contra otros ejecutivos, como Richard DeVaul, director del laboratorio afiliado a Google que creó proyectos como los vehículos autónomos y los globos para conexión a internet. Aunque las quejas aparecieron hace años, DeVaul no renunció sino hasta el martes sin recibir liquidación, según confirmó Google.

"El artículo abrió una ventana a una cultura que nosotros, como empleados de Google, conocemos bien", indicaron los organizadores de la protesta, Claire Stapleton, Tanuja Gupta, Meredith Whittaker, Celie O'Neil-Hart, Stephanie Parker, Erica Anderson y Amr Gaber.

"Estas historias son nuestras historias. Las compartimos en voz baja con nuestros colegas de confianza, amigos y familiares. Somos miles de trabajadores, en todos los niveles de la compañía. Y ya hemos aguantado demasiado", apuntaron los organizadores.

La organizadora de la protesta en Cambrige Vicki Tardif Holland, gritó en en una reunión de aproximadamente 300 personas: “¡Se acabó la era del acoso sexual! Se acabó la era del racismo sistémico. Se acabó la era de los abusos de poder. ¡Ya basta!”.

Fuerza fenemina infrarrepresentada

Los paros reflejaron el sentimiento entre algunos de los 94,000 empleados de Google y su empresa matriz Alphabet Inc. de que la compañía no está a la altura de los ideales que profesa en su lema “Don’t be evil” (No seas malvado) y el más reciente mandato en su código de conducta: “Hacer lo correcto”.

Pero también refleja la creciente frustración en la era del movimiento #MeToo (#YoTambién) entre mujeres que luchan contra las actitudes negativas de las plantillas compuestas mayoritariamente por hombres que dominan Silicon Valley.


Además de estar molestos por lo que dicen ha sido un trato indulgente hacia los ejecutivos que maltratan a las mujeres, los organizadores de la protesta exigieron medidas más agresivas hacia una igualdad salarial y prácticas de contratación más incluyentes para reducir las grandes concentraciones de hombres blancos y asiáticos en los empleos de programación mejor pagados de la industria.

Las mujeres representan 31% de la fuerza laboral a nivel mundial de Google y la cantidad es menor en los altos puestos. Los números son similares a lo largo de Silicon Valley.

En un comunicado, el director general de Google, Sundar Pichai, dijo que la compañía revisa todas las “ideas constructivas” de empleados para mejorar las políticas y prácticas.

Pichai se mostró comprensivo con "la rabia y frustración que hay en la compañía" y dijo que todos los empleados la comparten, incluso él.

"Momentos como este muestran que no siempre lo entendimos bien (cómo lidiar con casos de acoso sexual), y estamos comprometidos a hacerlo mejor", indicó Pichai, quien aseguró que Google "ha evolucionado como empresa" desde 2014.

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