Una combinación preocupante para Trump: coronavirus, parálisis económica y baja en las encuestas

El presidente Donald Trump pierde popularidad según encuestas internas del Partido Republicano y del equipo de campaña reveladas por el diario The New York Times, a medida que se propaga el coronavirus y se deteriora la situación de la economía estadounidense.

La revelación de la tendencia electoral negativa para Trump trascendió justo cuando el presidente suspendió por dos días consecutivos las polémicas conferencias de prensa vespertinas que ofreció durante cerca de un mes desde la Casa Blanca para actualizar la respuesta que su equipo ha dado a la pandemia y que sus críticos consideran que son una manera de llegar a sus partidarios ante la falta de eventos de campaña.

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Una encuesta encargada por el Partido Republicano en 17 estados determinó la semana pasada que el presidente ha perdido apoyo en estados claves para los comicios de noviembre y que se encamina a una derrota casi segura si no surgen indicios de una recuperación económica, informó el rotativo citando a un especialista del partido al que no identificó.

Una encuesta pública ofrece un panorama similar.

El sondeo de Grinnell College a votantes probables de todo el país indica que Biden cuenta con un 47% de apoyo frente al 43% de Trump. El estudio difundido la semana pasada tuvo un margen de error de 3.5 puntos porcentuales.

Efecto expansivo

El diario neoyorquino citó también otros sondeos encargados por el equipo de campaña Trump que muestran a varios senadores republicanos aspirando a la reelección igualados o rezagados respecto a sus rivales demócratas, lo que complicaría a ese partido las posibilidades de conservar la mayoría en el Senado si el demócrata Joe Biden se impusiera en noviembre.

Ali Pardo, subdirectora de prensa de la campaña Trump, le restó importancia a los datos y dijo a Univision Noticias que "las encuestas siempre han estado equivocadas sobre el presidente Trump y sabemos que está en una posición de fortaleza frente a Biden".

Pardo agregó que "los demócratas deben estar preocupados sobre el escaso entusiasmo por Biden entre los hispanos. Él y su partido se han movido tanto hacia la izquierda que se han vuelto irreconocibles para nuestras comunidades", refiriéndose a los esfuerzos recientes de Biden por consolidar el apoyo del ala más liberal encabezada por Bernie Sanders.

Un sondeo de Latino Decisions difundido la semana pasada indicó que solamente la mitad de los latinos apoya a Biden, un apoyo inferior al acumulado por candidatos demócratas anteriores.

Ventaja comunicacional

Las conferencias vespertinas le habían ofrecido a Trump una ventaja comunicacional respecto a Biden, ya que el candidato demócrata lleva más de un mes confinado en su casa de Delaware debido a la prohibición vigente de concentraciones electorales para evitar la propagación del virus.

Pero las apariciones de Trump ante las cámaras han estado llena de tropiezos, de descalificativos a gobernadores y otros funcionarios, insultos a periodistas y de información sobre medicamentos para tratar el covid-19 que no ha sido corroborada por personal científico.

Las conferencias de prensa llevan tres días suspendidas después de que Trump descabelladamente sugierese la semana pasada la conveniencia de investigar si inyectarse soluciones desinfectantes podría ayudar a tratar la covid-19.

Varios estados del país reportaron un aumento en incidentes o en consultas relacionadas a las consecuencias de exponerse a desinfectantes en las horas siguientes a los comentarios de Trump.

Trump pasó el fin de semana escribiendo en Twitter numerosos ataques a la oposición demócrata y a los medios de comunicación, por considerar que lo critican de manera injusta en medio de una pandemia que ha contagiado a casi un millón de estadounidenses y ha causado más de 54,200 muertes.

La campaña electoral de Trump tuvo hasta febrero la opción de buscar la reelección del mandatario apostando a la solidez de la economía estadounidense, pero el coronavirus provocó un colapso de proporciones históricas que ha dejado a más de 26 millones de estadounidenses desempleados durante el último mes.