El presidente Donald Trump desestimó y llamó "semiirrelevante" el nuevo paquete de ayudas económicas que los republicanos buscan aprobar en el Congreso, en medio de difíciles negociaciones bipartidistas y persistentes diferencias entre los mismos republicanos en puntos clave como el monto total del plan y la extensión de un beneficio adicional por desempleo.
Trump cataloga de "semiirrelevante" el entrampado plan de estímulo que los republicanos negocian en el Congreso
El presidente dijo a reporteros en la Casa Blanca que discrepa con algunos elementos del proyecto de ley presentado esta semana por los republicanos, cuyas negociaciones lucen cuesta arriba en medio de las persistentes diferencias bipartidistas e incluso entre los mismos republicanos.


Las declaraciones de Trump en la noche de este martes se dieron poco después de que los republicanos presentaran su plan en el Senado, con días de demora y luego de idas y venidas que parecen no haber sido subsanadas y complican a su vez alcanzar un acuerdo entre republicanos y demócratas.
Las negociaciones son cada vez más a contrarreloj, pues el 31 de julio vence formalmente el beneficio adicional de $600 por desempleo y el 10 de agosto los senadores tienen previsto inciar su receso habitual del verano.
Consultado sobre si había elementos del proyecto de ley a los que se oponía, Trump respondió: "Sí, los hay, en realidad. Y hablaremos sobre ello. También hay cosas que apoyo mucho".
"Pero estaremos negociando. Es de cierta manera semiirrelevante porque los demócratas vienen con sus pedidos y los republicanos van con los suyos", agregó.
El plan propuesto por los republicanos –bautizado como el HEALS Act– plantea principalmente el envío de una segunda ronda de cheques y reducir el beneficio adicional de $600 semanales por desempleo usando un nuevo esquema que deberá ser implementado por los departamentos estatales. Pero su costo, $1 billón, ha sido rechazado por algunos senadores republicanos como Ted Cruz de Texas.
"Algunos miembros piensan que ya hemos hecho suficiente, otros miembros piensan que tenemos que hacer más. Este es un problema complicado", reconoció este martes a los reporteros Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado.
McConnell se opone, por ejemplo, a que dentro del proyecto de ley se incluya la financiación de una nueva sede para el FBI, una prioridad de la administración Trump.
En otras declaracione que ilustran las diferencias entre los propios republicanos, el senador John Thune mencionó que el Congreso debería aprobar una extensión del beneficio adicional por desempleo, lo que es apoyado por los demócratas pero rechazado hasta el momento por los republicanos más conservadores. "Pero, de nuevo, sabremos mucho más sobre eso en los próximos días", comentó a periodistas citado por el diario The Washington Post.
Los principales negociadores del gobierno, el jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, han señalado que entre las prioridades están el subsidio por desempleo, el dinero para ayudar a las escuelas a reabrir, los créditos fiscales para evitar que la gente pierda sus trabajos y las protecciones contra demandas para escuelas y negocios.
“Podemos movernos muy rápido con los demócratas sobre estas cuestiones”, había dicho el domingo Mnuchin.
Sobre la extensión de este subsidio adicional por desempleo, el plan republicano contempla reducir a $200 los $600 semanales que se habían estado sumando a los beneficios regulares de los estados durante agosto y septiembre, mientras los estados ponen en vigor un esquema que daría a las personas el equivalente al 70% del sueldo que perdieron por la pandemia.
En medio de las fricciones entre los republicanos, los demócratas han criticado su "desorden". “Están en desorden y esa demora le está causando sufrimiento a las familias estadounidenses", afirmó la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
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