Rick Perry, de querer eliminar el Departamento de Energía a encabezarlo

El exgobernador de Texas, Rick Perry, quien durante su fallido intento por la nominación presidencial republicana en el 2012 propuso eliminar el Departamento de Energía, podría pasar a liderar la agencia responsable de la política energética del país y de la seguridad nuclear, en el gobierno de Donald Trump.

Su nombre sonaba con fuerza desde hace días como secretario de este Departamento pero fuentes directamente involucradas en el proceso de selección confirmaron el nombramiento a medios como The Washington Post y The New York Times.

Perry mantuvo este lunes una con el presidente electo en la Torre Trump de Nueva York y se habría impuesto a otros candidatos como el senador demócrata de Virginia Occidental, Joe Manchin, y el inversor en petróleo y gas, Ray Washburne, destacado donante de la campaña de Trump.

Conservador, religioso y contrario al intervencionismo estatal, Perry, de 66 años, propuso en su primer intento por llegar a la Casa Blanca reducir el gasto público eliminando los departamentos de Educación, Comercio y Energía.

Precisamente, el Departamento de Energía le jugó una mala pasada cuando en uno de los debates de las primarias cuando le pidieron que mencionara las agencias de las que se desharía como presidente, al enumerarlas no pudo recordar su nombre, por lo que fue objeto de burlas.

Estado petrolero

Su cargo más destacado ha sido el de gobernador de Texas, un estado petrolero con un 40% de población hispana que gestionó durante 15 años.

Tomó el testigo de manos del expresidente George W. Bush y gobernó desde el año 2000 hasta el 2015, una época con los precios altos del petróleo a su favor, saneó la economía del estado, se generó empleo y atrajo empresas mediante estímulos fiscales.

Perry, que intentó de nuevo lograr la nominación republicana para las elecciones 2016, fue inicialmente muy crítico con Trump, al que volvieron la espalda numerosos líderes del partido republicano y se refirió a él como "un cáncer en el conservadurismo".

Cuando se retiró de la carrera por la nominación republicana en un principio apoyó al senador por el estado de Texas Ted Cruz, aunque posteriormente respaldó al presidente electo.

La elección de Perry sería otra señal de la preferencia de este gobierno por la industria de los combustibles fósiles.

El exgobernador defendió en 2014 el proyecto Keystone XL, el oleoducto que iba a atravesar Canadá hasta el golfo de México, y cargó contra el presidente Barack Obama cuando ordenó su paralización, acusándole de impedir la creación de puestos de trabajo.

Trump ha dicho anteriormente que está dispuesto a resucitar el proyecto fallido canadiense, al que se opusieron grupos medioambientales y organizaciones indígenas.

De confirmarse el cargo estaría por ver si existen incompatibilidades ya que, según señala CBS, Perry forma parte del consejo de administración de dos compañías energéticas, una Energy Transfer Partners que tiene una subsidiaria conocida como Dakota Access LLC, que está tratando de construir el polémico oleoducto Dakota Access.

El gobierno paralizó recientemente este proyecto millonario para construir 1,172 millas de oleoducto a través de cuatro estados, después de meses de protesta de la tribu nativa de la reserva de Standing Rock ante el temor de que un vertido dañara las aguas del río Missouri y el lago Oahe, que se emplean para el consumo.

Otra decisión que Trump ha amenazado con revertir y a la que tendría que enfrentarse Perry.

Estrella televisiva

De sonrisa amplia, con una altura que supera los sies pies y con sus característicos anteojos de pasta – a veces con un toque de color -, el exgobernador se convirtió en una estrella televisiva con su participación en el programa de baile 'Dancing with the Stars' , en el que mostró un rostro más amable y distendido.

La mancha en su expediente la puso una acusación de “abuso de poder” al amenazar amenazó con negar los fondos si no renunciaba a su cargo la fiscal de distrito de ese condado, Rosemary Lehmberg, quien había sido arrestada por manejar ebria.

Perry tenía la autoridad para vetar partidas del presupuesto, sus críticos dijeron que esto fue hecho expresamente para fines políticos, puesto que la fiscal era demócrata, aunque finalmente el caso fue desestimado.

En cuanto al asunto de la inmigración su postura ha sido cambiante.

Si bien en el 2011 apoyó la Texas Dream Act, una ley que permite a indocumentados el acceso a la universidad en condiciones ventajosas, se opuso a las políticas migratorias promovidas por Obama y en 2014 militarizó la frontera durante la crisis de los menores centroamericanos.