Guardias nacionales en un estacionamiento sin calefacción ni baños: la foto que indignó a demócratas y republicanos
Decenas de efectivos de la Guardia Nacional trasladados a Washington DC para proteger la toma de posesión del presidente Joe Biden fueron enviados a descansar a un estacionamiento horas después de concluidos los actos oficiales, lo que causó indignación en varios legisladores que se apresuraron a trasladarlos de nuevo al Capitolio.
La tropa formaba parte del contingente de más de 20,000 efectivos de la Guardia Nacional que se encargaron de la seguridad de la toma de posesión el miércoles. La tarde del jueves, un grupo fue llevado al cercano Edificio Judicial Federal Thurgood Marshall, dijo el capitán Edwin Nieves Jr, portavoz de la Guardia Nacional en Washington, D.C., citado por The New York Times.
Antes del jueves por la mañana, varias zonas del complejo del Capitolio estaban designadas como áreas de descanso autorizadas para los miembros de la Guardia. En la mañana del jueves, todas esas zonas habían sido desalojadas, dijeron al Times algunos guardias bajo condición de anonimato.
Nieves refirió que las tropas fueron movilizadas a petición de la Policía del Capitolio debido al "aumento del tráfico peatonal" cuando el Congreso volvió a entrar en sesión.
Dos soldados dijeron al Post que habían sido reubicados sin explicación alguna y que se encontraban sin energía eléctrica, calefacción o baños adecuados. Un soldado calculó que había unos 1,000 soldados compartiendo un baño portátil fuera del garaje.
"Cero orientación sobre la misión, la duración de la misión, nada", se quejó el soldado.
Los guardias también dijeron que sus compañeros estaban respirando los gases de escape porque el garaje del centro Thurgood Marshall todavía estaba siendo utilizado.
El capitán Nieves aseveró que el estacionamiento tenía calefacción y baños.
Una imagen indignante
Los reportes de la mudanza provocaron inmediatamente protestas de legisladores de ambos partidos, incluido el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, y la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York. Algunos se ofrecieron a alojar a los efectivos de la Guardia en sus oficinas.
"Esto es inaceptable y debe arreglarse", escribió en Twitter el senador Mark Kelly, demócrata de Arizona.
El senador republicano Mike Lee también se unió a los reclamos: "Estoy muy disgustado por esta historia, pero he estado en contacto con la Guardia Nacional de Utah y se han ocupado de ella. Mi personal y yo estamos investigando lo ocurrido y seguiremos trabajando para solucionar esta situación".
La misma indignación manifestó la senadora Kyrsten Sinema, demócrata por Arizona: "Esto es indignante, vergonzoso e increíblemente irrespetuoso para los hombres y mujeres que mantienen el Capitolio de Estados Unidos a salvo y seguro. Necesitamos que se arregle y necesitamos respuestas sobre cómo sucedió", tuiteó.
"Sinceramente, nos sentimos traicionados", dijo uno de los guardias a CNN señalando que un día antes los congresistas se habían acercado para hacerse fotos con las diferentes unidades de la Guardia Nacional que llegaron a Washington.
"Después de que todo saliera a la perfección, nos consideraron inútiles y nos desterraron a un rincón de un aparcamiento", que quejó el guardia nacional.
La senadora Tammy Duckworth, demócrata de Illinois, tuiteó: "Acabo de hacer varias llamadas y me han informado de que la policía del Capitolio se ha disculpado con los guardias y se les permitirá volver al complejo esta noche. Seguiré comprobando para asegurarme de que lo hacen".
A primera hora de la mañana del viernes, los guardias habían sido nuevamente trasladados al Capitolio. El capitán Nieves dijo que harían futuros descansos en una zona del complejo del Capitolio.
