¿Cómo se hizo la entrega del 'botón nuclear' a Biden si Trump no asistió a la ceremonia?

Dentro de todas las situaciones atípicas de la reciente transmisión de mando al presidente Joe Biden, marcadas por la pandemia, las amenazas de grupos violentos y la ausencia del saliente mandatario Donald Trump, hay otro aspecto curioso: tampoco ocurrió la tradicional entrega del botón nuclear que suele hacerse en las ceremonias de investidura presidencial.

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Es la primera vez en la era nuclear que un presidente saliente no asiste a la toma de posesión de su sucesor y hace entrega formal de los maletines de los que dispone el jefe del Estado en exclusividad para controlar el enorme arsenal nuclear de EEUU, al que oficialmente se le llama 'bolso de emergencia del presidente' y que lo acompañan dondequiera que vaya.

Normalmente, un ayudante militar que acompaña al mandatario saliente lleva los dos maletines de aluminio de 45 libras, revestidos de cuero negro, que contienen las instrucciones y códigos para autentificar órdenes presidenciales y lanzar un ataque nuclear. Curiosamente, no hay un gran botón rojo como suele mostrase en películas de ficción, explica la revista Smithsonian.

En una ceremonia de traspaso de poder el protocolo indica que ese ayudante entregue ambos maletines al ayudante del presidente entrante, quien debe hallarse en la tribuna al momento de la juramentación el 20 de enero, en una bien ensayada coreografía.

Pero coreagrafía no hubo. Nada del procedimiento habitual sucedió.

Trump y su esposa Melania abandonaron la mañana del miércoles la residencia presidencial para dirigirse a la base militar Andrews, a las afueras de Washington, en el helicóptero presidencial y de ahí tomar un último vuelo en el Air Force 1 hasta Florida, para llegar finalmente al club Mar-a-Lago, en Palm Beach.

¿Entonces cómo se hizo?

Un funcionario estadounidense citado en NBC News explicó que el ayudante militar que llevaba uno de los maletines acompañaría a Trump hasta Florida.

Luego, otro ayudante militar con el segundo maletín lo entregaría a la autoridad designada por Biden una vez que juró el cargo. A mediodía del miércoles el nuevo presidente tendría el maletín en sus manos. El oficial que portaba el primer maletín lo traería de vuelta de Florida a Washington.

Stephen Schwartz, investigador principal de la organización Boletín de Científicos Atómicos, dijo a CNN que aunque el proceso se desarrollara de forma diferente a como se ha venido haciendo en años anterior, existen salvaguardas que garantizan una transición fluida del control nuclear de un presidente a otro, con independencia de las circunstancias.

El almirante retirado de la Armada James Stavridis explicó a NBC News que a mediodía del miércoles el maletín que estaba en poder de Biden sería el único "activado" y que el Mando Estratégico acudiría a él si ocurriera algo que lo hiciera necesario.

"Justo antes de que se convierta en presidente, hay un ''botón rojo' en su proximidad (que) se activa", agregó Stavridis refiriéndose a Biden.

Y no son solo dos...

Schwartz explicó que, de todas formas, hay al menos tres o cuatro maletines idénticos: uno lo tiene el presidente, otro el vicepresidente, otro se le asigna al 'sucesor designado', un funcionario del alto gobierno al que se elige en caso de que no esté disponible ninguno de los anteriores, en eventos como inauguraciones y discursos del Estado de la Unión.

El experto explicó que el 20 de enero, los maletines adicionales se hallarían "fuera de la ciudad, en algún lugar con sus encargados" y que se le asignó uno al ahora exvicepresidente Mike Pence.

Además, el presidente está obligado a llevar consigo en todo momento una tarjeta de plástico conocida como "galleta" que contiene los códigos alfanuméricos que se utilizan para identificar positivamente al presidente, que mantiene la única autoridad legal para autorizar un lanzamiento nuclear.

Una vez que Trump dejó de tener la autoridad como presidente a mediodía del miércoles los códigos nucleares que portaba se desactivaron automáticamente.

Si en un caso hipotético hubiese querido ordenar un ataque luego de haber cesado sus funciones, la orden se consideraría ilegal y los comandantes militares encargados de llevar a cabo el lanzamiento están obligados a negarse.

Tras el asalto al Congreso por parte de una turba de seguidores del entonces presidente Trump, que finalizó con cinco muertos y dio pie al inicio de un nuevo proceso de impeachment en su contra, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi pidió en una carta dirigida al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, que tomase precauciones para impedir que Trump activara la opción nuclear.

"La situación de este presidente desquiciado no podría ser más peligrosa, y debemos hacer todo lo que podamos para proteger al pueblo estadounidense de su desequilibrado asalto a nuestro país y a nuestra democracia", escribió Pelosi al general Milley, muy preocupada por el uso que alguien como Trump pudiera hacer de ese gran poder que llevaba consigo en esos maletines.