Ixtlahuacán de Los Membrillos, la ciudad tapatía donde un albañil murió bajo custodia de la policía y cuyo cadáver tenía señales de tortura y un balazo en el pie, es tierra de narcos.
Localidad donde acusan a policías de matar a golpes a un albañil es un bastión del Cartel de Jalisco
Ixtlahuacán de Los Membrillos, en el ojo del huracán por la muerte de un joven que fue arrestado por supuestamente no usar cubrebocas, se ubica en la zona donde tiene más influencia la organización criminal liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’.

En ese territorio que reclama como suyo el poderoso Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hallaron 20 cadáveres envueltos en bolsas de plástico negras en un canal de aguas pluviales el 14 de marzo de 2019. Los mataron a tiros, a golpes y los estrangularon. Las víctimas tenían entre 20 y 50 años.
Las autoridades creen que la masacre está vinculada a una disputa territorial entre el llamado Cartel Nueva Plaza y la organización criminal liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’.
El propio alcalde de esa localidad, Eduardo Cervantes Aguilar, ha sido señalado de estar relacionado con el CJNG, cuyo principal bastión es la zona metropolitana de Guadalajara. También le acusan del secuestro y homicidio del exjefe de la Policía local, Álvaro Corona Piceno. A finales de 2017, el funcionario declaró sobre este caso (que sigue abierto) en la Fiscalía del estado, según recoge el diario Milenio.
En junio de 2015, unos meses antes de asumir el cargo, Cervantes Aguilar fue incluido en un “mapa delincuencial” elaborado por la Fiscalía General de la República (FGR) citando a las autodefensas de Michoacán que entonces eran considerados integrantes del CJNG, de acuerdo con el mismo medio.
El alcalde de Ixtlahuacán de Los Membrillos no ha enfrentado ninguna acusación penal.
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Este político ahora está en medio de otro escándalo. Familiares de Giovanni López, el albañil que falleció en un hospital un día después de que policías lo arrestaron por supuestamente no traer cubrebocas, denunciaron que el funcionario les ofreció 200,000 pesos (unos 9,000 dólares) y les amenazó de muerte para que no difundieran el video del arresto.
Al no ver avances en la investigación, ellos decidieron publicar en las redes sociales la grabación en la que el joven albañil implora “¡ayúdame!”, mientras forcejea con tres agentes que tratan de subirlo a una patrulla. Sucedió el 4 de mayo. La noche siguiente les entregaron su cadáver con golpes y un orificio de bala. La causa de muerte es traumatismo craneoencefálico, es decir, por un golpe violento en la cabeza.
Se reportó que la familia de Giovanni habría abandonado la ciudad por temor a represalias.
En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, Cervantes Aguilar ha negado las acusaciones en su contra. “En ningún momento ofrecí 200,000 pesos o cantidad alguna a cambio del silencio de los familiares y tampoco los amenacé”, afirmó el alcalde. “No toleraremos la brutalidad policial”, enfatizó.
En una acción coordinada con el Ejército Mexicano, la @PoliciaFedMx, @PGR_mx y @FiscaliaJal, hoy a las 7:30 a.m. intervenimos la policía municipal de Tlaquepaque con la finalidad de reevaluar a sus elementos, ante la sospecha de posibles infiltraciones del crimen organizado. pic.twitter.com/ZKWP3fWPmn
— Aristóteles Sandoval (@AristotelesSD) March 11, 2018
Los policías al servicio del cartel
La promesa de investigar “a fondo” el caso de Giovanni López que hizo el gobierno de Jalisco, no fue suficiente para detener una protesta que concluyó la tarde del jueves en un violento enfrentamiento con policías, dos patrullas quemadas y 27 detenidos. Se han programado otras manifestaciones para este viernes y el sábado, en la glorieta La Minerva, el monumento más famoso de esa ciudad.
Los policías municipales de Jalisco enfrentan a menudo acusaciones de estar coludidos con el cartel de ‘El Mencho’, el de más rápido crecimiento en México y Estados Unidos. En marzo de 2018, el Ejército y agentes federales desarmaron a más de 700 policías de la ciudad de Tlaquepaque, también dentro de la zona metropolitana de Guadalajara.
En un tuit, el entonces fiscal estatal, Aristóteles Sandoval, explicó que el operativo se realizó “ante la sospecha de posibles infiltraciones con el crimen organizado”. En esos días, la localidad quedó bajo el resguardo de agentes estatales.
En una acción coordinada con el Ejército Mexicano, la @PoliciaFedMx, @PGR_mx y @FiscaliaJal, hoy a las 7:30 a.m. intervenimos la policía municipal de Tlaquepaque con la finalidad de reevaluar a sus elementos, ante la sospecha de posibles infiltraciones del crimen organizado. pic.twitter.com/ZKWP3fWPmn
— Aristóteles Sandoval (@AristotelesSD) March 11, 2018
A los pistoleros del CJNG y a policías en su nómina los vinculan con cientos de muertes, secuestros y desapariciones registradas en esa zona. En septiembre, Yoni Israel N, alias ‘Big Mama’ y líder de una célula de esa organización en Veracruz, fue sentenciado a 20 años de prisión por el asesinato de seis personas.
Lo capturaron en diciembre de 2016 cuando llevaban los cadáveres en dos vehículos que circulaban de El Salto a Tlaquepaque. Le acompañaban dos expolicías judiciales y siete hombres más, algunos de los cuales operaban en Ixtlahuacán de Los Membrillos, según las autoridades.
El grupo de ‘Big Mama’, quien tenía 25 años cuando fue arrestado, fue vinculado con al menos 12 asesinatos en esa zona tapatía.
Guadalajara, Tlaquepaque y El Salto están entre los lugares 39 y 47 en la lista de las ciudades más peligrosas de México, según un reporte que hace un mes publicó el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
El Cartel de Jalisco nació hace una década siendo el brazo armado del Cartel de Sinaloa. Tras enfrentar a Los Zetas en Veracruz, sus pistoleros fueron controlando paulatinamente varias regiones del oeste de México, incluyendo regiones de Jalisco, Michoacán, Colima y Guanajuato. Tienen presencia en al menos 23 estados de ese país y hacen negocios ilícitos en prácticamente todo el mundo (menos en Antártica).
Se dedican a la importación de drogas, el contrabando de armas, el robo de combustible y la extorsión. El gobierno de Estados Unidos lo cataloga como “una de las cinco organizaciones criminales más peligrosas del mundo” y por su líder, ‘El Mencho’, ofrece una recompensa de 10 millones de dólares.
La DEA teme que está a punto de convertirse en un “súper cartel”, porque controla dos de los puertos más importantes de México por donde recibe precursores químicos para elaborar drogas, tiene narco-laboratorios, un ejército de sicarios, operadores en distintas partes del mundo, un sofisticado sistema de lavado de dinero y controla una parte de la ciudad fronteriza de Tijuana por donde cruza narcóticos.
Guadalajara y su zona conurbada es su principal centro de operaciones financieras. Ahí lavan dinero a través de hoteles, casinos, centros comerciales, inmobiliarias, tiendas y restaurantes.












































