La noche que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán llegó a un aeropuerto de Nueva York, poniendo fin a su larga carrera criminal al frente del Cartel de Sinaloa, los dos agentes que lo escoltaron portaban chamarras con las siglas de las dependencias que se llevaron el reconocimiento por la recaptura del narcotraficante: DEA (Administración para el Control de Drogas) y HSI (Investigaciones de Seguridad Nacional, que es una dependencia del Servicio de Inmigración y Aduanas o ICE).
Por qué ahora ICE encabeza la búsqueda de los hijos de ‘El Chapo’ y no la DEA
Agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en San Diego y Nogales están recibiendo información que lleve a la captura de los cuatro hijos del exlíder del Cartel de Sinaloa. Por cada uno de ellos se ofrece una recompensa de 5 millones de dólares.

Ahora, agentes de HSI en California y Arizona encabezan los operativos para arrestar a los cuatro hijos de Guzmán, quienes heredaron su imperio de drogas: Ovidio, Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. El gobierno asegura que los dos primeros tienen su propia organización criminal identificada por sus apellidos, ‘Guzmán López’; y que los segundos lideran otra a la cual llaman ‘Guzmán Salazar’. Ambas forman una peligrosa facción del Cartel de Sinaloa que sigue creciendo a punta de balazos, sobornos y amenazas.
Son los oficiales de HSI en San Diego y Nogales quienes están recibiendo información que lleve a la detención de ‘Los Chapitos’. Por cada uno de ellos, el Departamento de Estado ofrece una recompensa de 5 millones de dólares, la misma cantidad que se estableció para facilitar la captura de su padre.
El HSI incluso pide le manden pistas a través de WhatsApp, Signal y Telegram, plataformas que usan algunos operadores de carteles porque sus mensajes encriptados les permiten evadir a las autoridades.
Joaquin 'El Chapo' Guzman, Sinaloa Cartel leader, sentenced to life in prison plus 30 years https://t.co/KWgEQjlXJK pic.twitter.com/s90Hdj4QAz
— ICE (@ICEgov) July 18, 2019
Si esta unidad de ICE es la encargada de localizar a los hijos de ‘El Chapo’ es porque ha colectado más información sobre ellos, incluso más que la DEA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), aunque las tres agencias trabajan juntas en coordinación con el gobierno de México.
Es lo que sucedió en la oficina de la DEA en Los Ángeles, California, que tiene el encargo de arrestar a Nemesio Oseguera Cervantes, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), porque un policía antinarcóticos de esa ciudad, Kyle Mori, comenzó a investigar a ‘El Mencho’ desde 2011.
Un vocero de ICE dijo a Univision Noticias que no podía proporcionar detalles sobre su rol en la cacería de 'Los Chapitos' "debido a la investigación en curso", aunque explicó que HSI "tiene una amplia autoridad legal" para realizar investigaciones penales federales sobre el tráfico de narcóticos y otros delitos.
Emma Coronel Aispuro, esposa de ‘El Chapo’ y quien purga desde hace dos semanas una condena a tres años de prisión por conspirar para importar drogas y lavar dinero , también fue un objetivo de HSI. Ella habría estado en comunicación constante con elementos de ese organismo, la DEA y el FBI desde 2017, cuando su marido se encontraba en una prisión neoyorquina, de acuerdo con la revista Proceso.
En el caso de su esposo, una investigación que duró una década estuvo a cargo de agentes de HSI en Nueva York y Phoenix, Arizona. Por eso, uno de sus oficiales escoltó al capo cuando llegó a este país, deshaciendo los planes de una tercera fuga de un penal en México. En 2019, cuando lo sentenciaron a cadena perpetua en una corte federal de Brooklyn, el entonces director asociado del HSI, Dereck Benner, declaró: “El reinado de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera en el Cartel de Sinaloa ha terminado”.
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“Han ampliado su empresa”
Sin su padre, la influencia de 'Los Chapitos' se ha extendido en el mapa criminal de México y el mundo, según un nuevo reporte.
“Tras el arresto y posterior extradición y condena de su padre en el Distrito Este de Nueva York (EDNY), los hermanos Guzmán-Salazar han aumentado su poder dentro del Cartel de Sinaloa”, menciona una ficha informativa sobre Jesús Alfredo e Iván Archivaldo elaborada por el Departamento de Estado.
“Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos”, agrega la dependencia.
Mientras que sus hermanos menores, Ovidio y Joaquín Guzmán López supervisan alrededor de 11 laboratorios en Sinaloa que producen entre tres y cinco toneladas de metanfetamina cada mes, las cuales distribuyen en Estados Unidos por medio de acuerdos con traficantes de ese país y de Canadá, según las fichas informativas sobre ambos.
Ovidio Guzmán se volvió infame en 2019 por un desastroso operativo militar en el que fue liberado por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque los pistoleros del cartel superaron la capacidad de fuego de las autoridades. Ese incidente es conocido como ‘El Culiacanazo’.
El gobierno asegura que este joven capo de 31 años también heredó el lado más sanguinario de su padre, pues ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso ir a su boda. En el juicio de ‘El Chapo’ se reveló que este mató a un narco solo porque no le dio la mano.
Cuando Ovidio Guzmán y su hermano mayor Joaquín fueron imputados en una corte de DC en 2019, investigadores de ICE en Arizona advirtieron que estaban decididos a desmantelar al cartel.
“El exitoso pliego acusatorio contra los hijos de ‘El Chapo’ es un testamento de que ICE HSI está comprometido con derrotar al Cartel de Sinaloa. Continuaremos investigando a los líderes de esta organización peligrosa mientras los desarticulamos uno por uno”, dijo Scott Brown, quien era el titular de la oficina del HSI en Arizona, en un comunicado.
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De narcotráfico a explotación infantil
La unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional es el principal brazo investigativo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). A diferencia de ICE, su labor no se enfoca en detener a inmigrantes indocumentados, sino seguirles la pista a organizaciones criminales internacionales dedicadas al tráfico de drogas, lavado de dinero, tráfico humano, explotación sexual y la pornografía infantil.
De hecho, sobre todo en la administración Trump, hizo ruido la propuesta de separar a HSI de ICE, para no empañar una reputación que ha ido incrementando por los resultados de sus operaciones y para que policías locales acepten trabajar con la unidad sin temor a la percepción de que participan en redadas migratorias.
Esta agencia tiene bajo la lupa al líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, quien se encuentra detenido en California por múltiples cargos de abuso sexual de menores. El pastor mexicano se ha declarado inocente y será enjuiciado en mayo de 2022.
Agentes de HSI participaron en su captura en el aeropuerto de Los Ángeles en junio de 2019 y, posteriormente, oficiales en su oficina de San Diego comenzaron a entrevistar a denunciantes, de acuerdo con fuentes de Univision Noticias.
Leader of religious organization La Luz Del Mundo, arrested at LAX on multiple human trafficking and child pornography charges https://t.co/hRYMREI12b pic.twitter.com/lCP5DMyOCq
— ICE (@ICEgov) June 7, 2019
La fuerza laboral de HSI consta de más de 7,100 agentes asignados a 220 ciudades en Estados Unidos y 80 ubicaciones en 53 países, incluyendo España, Francia, Inglaterra, Israel, India, China, Brasil, Guatemala, El Salvador y República Dominicana. En México tienen presencia en Ciudad Juárez, Hermosillo, Matamoros, Ciudad de México, Monterrey y Tijuana. ICE no ha revelado cuántos elementos hay en ese país.
El despliegue de HSI representa la presencia policial investigadora más grande en el extranjero del Departamento de Seguridad Nacional y “una de las huellas internacionales más importantes en la aplicación de la ley de Estados Unidos”, describe la dependencia en su portal de internet.
Los narcotraficantes mexicanos saben desde hace varios años sobre las labores investigativas de los agentes de HSI en ese país y planificaron una emboscada contra dos de sus elementos que viajaban por una carretera de San Luis Potosí en febrero de 2011, según el relato de uno de los sobrevivientes, Víctor Ávila, encargado entonces de casos de lavado de dinero y de tráfico de drogas, armas y personas.
Ávila contó al reportero especializado en narcotráfico Ioan Grillo cómo un grupo de pistoleros de Los Zetas los forzaron a detenerse en la autopista 57, después de que unas millas atrás los observó pasar un hombre con uniforme de policía y un rifle de asalto.
Not many have survived the bullets of the Zetas cartel.
— Ioan Grillo (@ioangrillo) March 9, 2021
One of them is Ret. ICE agent Victor Avila @VicSurvivor11 who was next to Jaime Zapata when he died. I had a good conversation with Victor about why the Zetas knew they were targeting U.S. agents.. https://t.co/D1A0o8CJRI
Los criminales les ordenaron que se bajaran y uno de los sicarios alcanzó a meter el cañón de su fusil por un espacio de la ventana y jaló el gatillo. Las ráfagas alcanzaron al chofer de la camioneta blindada, el agente de ICE Jaime Zapata.
“Jaime fue baleado varias veces y letalmente con una ronda de un rifle AK-47 que impactó su pierna izquierda. Había un sangrado intenso”, relató Ávila, quien asegura haberle gritado a los pistoleros de Los Zetas que ellos eran “diplomáticos” y “empleados de la embajada de Estados Unidos”, en un intento por evitar que les hicieran daño.
“Hay agentes de la DEA y del FBI que han sido encañonados con armas muchas veces en distintos lugares del país, en Monterrey, Ciudad Juárez, Tijuana, incluso en la Ciudad de México, y cuando los criminales se enteran de que son agentes federales de Estados Unidos se alejan y los dejan ir. Pero Los Zetas operaban de manera distinta en ese momento: ellos tomaron la decisión consciente de abrir fuego, incluso sabiendo que éramos estadounidenses”, señaló Ávila al periodista.
Siete Zetas que participaron en esa balacera, quienes eran parte de un comando llamado ‘estacas’, que se encargaba de robar vehículos para usar en acciones del cartel, fueron extraditados y se declararon culpables por el asesinato de Zapata y el intento de asesinato de Ávila. En 2017, dos de ellos, José García y Jesús Quezada, fueron sentenciados cada uno a dos cadenas perpetuas.
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