En febrero, un juez de inmigración le concedió a Andrea Tepeque Jiménez una suspensión de deportación a su país, Guatemala, de donde huyó porque tres pandilleros de Barrio 18 la violaron varias veces por su condición de mujer transgénero. Ella se alegró por la decisión del tribunal.
Ha sufrido abuso sexual en detención, un juez la protegió de la deportación y ICE quiere expulsarla a un tercer país
Una mujer transgénero tiene más de un año detenida y al borde de la deportación. Ella asegura que el único país en el que puede vivir sin miedo es Estados Unidos. En otros tiempos, dicen sus abogados, con la orden de un juez para protegerla de la expulsión a su país, ella hubiera sido liberada. Las agencias federales tienen otros planes: buscan enviarla a un tercer país en el que ella asegura que ha sido víctima.
"Pensé que iba a salir en libertad. Pero pasó ese día, pasó el otro y nunca me liberaron (...) Yo le escribí a ICE por la tableta, que por qué no me liberaban si yo había ganado la suspensión contra la deportación. La respuesta de ellos fue: 'No, tú no vas a ser liberada en Estados Unidos. Vas a ser removida a un tercer país'", contó por teléfono a Univision Noticias desde el Centro de Detención de ICE Eloy, al sureste de Phoenix, en Arizona.
El tercer país que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) contempla es México. Eso le dijeron a ella. Entre 2008 y 2023, allí se registraron 701 asesinatos de mujeres transgénero, según cifras publicadas en abril en la página del Congreso del estado de México. Por esas estadísticas y por lo que ella misma vivió en México, ha dicho a las autoridades que tiene miedo creíble de ser expulsada a ese país.
En diciembre de 2014, Andrea Tepeque huyó de Guatemala alentada por su madre tras sufrir distintos episodios de violencia sexual y amenazas de muerte de pandilleros. Quería llegar a Estados Unidos. En su paso por México cuenta que sufrió más agresiones: "Un oficial de inmigración abusó sexualmente de mí", contó. En otra ocasión, estaba comprando comida cuando unos hombres comenzaron a burlarse de ella por su género. Ella les pidió respeto y le respondieron que "a las personas como yo les cortaban la lengua, que me callara". Aterrada, se calló y corrió al motel a encerrarse.
"Yo tengo miedo", dijo Tepeque. "Ya sea a Guatemala, México u otro país que ellos quieran mandarme, yo voy a ser asesinada. Prácticamente soy una mujer muerta".

Su detención
La agencia federal tomó la custodia de esta mujer transgénero de 31 años en agosto de 2024, luego de que ella permaneciera varios meses detenida por cargos de violencia animal contra sus dos perros: ella niega esta acusación, asegura que tuvo que aceptarla para evitar una condena mayor.
Fue llevada entonces al Centro de Procesamiento de Servicio del Norte Krome, en Florida, una instalación solo para hombres.
Su traslado a Eloy —que recibe a detenidos hombres y mujeres— ocurrió en marzo de 2025, después de que Andrea Tepeque fuera violada en las duchas de Krome por otro detenido. En Eloy también fue recluída con la población masculina, pese a que pidió en varias ocasiones compartir celda con otras mujeres. En ambos centros, denuncia, ha sufrido agresiones que van desde intimidación con palabras hasta toqueteos de su cuerpo o forcejeos para que hiciera sexo oral.
Univision Noticias pidió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a ICE información sobre el caso de esta guatemalteca: "Bajo la gestión del presidente Trump y la secretaria Noem, si incumples la ley —lanzando explosivos mortales y cometiendo varios crímenes de crueldad animal— enfrentarás las consecuencias. Los extranjeros ilegales criminales no son bienvenidos en Estados Unidos", dijo en un correo la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin. No respondió las preguntas relacionadas con las agresiones que ha sufrido la guatemalteca en más de un año en custodia federal o sobre su posible deportación a un tercer país.
Los abogados de Tepeque niegan que ella haya lanzado explosivos. Cuentan que en 2021 la mujer fue arrestada en Florida, donde vivía, tras arrojar una piedra a la ventana de un bar "en estado de pánico y confusión luego de haber sido drogada sin su conocimiento o consentimiento".
Tepeque cuenta por teléfono lo que recuerda de ese día: "Había en la barra unas personas desconocidas, que yo nunca había visto. Fui al baño y cometí el error de dejar mi bebida en la barra. Cuando regresé, me tomé la bebida y enloquecí. Al parecer me pusieron droga en la bebida, me imagino que con la intención de raptarme y abusar de mí o asesinarme. No sé, la verdad, cuáles eran las intenciones. Salí del bar, lancé una piedra a la ventana y no se rompió, porque no la lancé con fuerza".
Andrea Tepeque —como muchas mujeres transgénero— ha sido víctima en más de una ocasión. Varias notas publicadas por el diario The Palm Beach Post, cuentan que en agosto de 2017 un hombre disparó contra ella y su grupo de amigos mientras estaban en un bar: una persona del grupo falleció por un disparo en la cabeza, ella recibió un balazo en el pie. En el juicio, el hombre —ya acusado de asesinato por un jurado— ha defendido que fue en defensa propia; los fiscales y testigos han asegurado que el ataque fue "deliberado" y que el agresor les gritó que en su país, Honduras, "a los hombres gays los mataban como ratas".
Ese incidente y los abusos sufridos, relatan sus abogados en una petición de habeas corpus, han llevado a Tepeque a sufrir depresión y otras condiciones mentales.
"La política de ICE debería ser liberarlos"
El Centro de Derechos de los Inmigrantes Amica, una organización sin fines de lucro de apoyo a inmigrantes, explica en un análisis que cuando un juez de inmigración confiere una suspensión de deportación al país de origen y ICE no apela la decisión, la orden del tribunal entra en efecto y la agencia "legalmente no puede deportar al no ciudadano".
En el caso de Tepeque eso fue lo que ocurrió. Su abogado, Mich González, explicó a Univision Noticias que en la audiencia final del 20 de febrero de 2025, el juez anunció la decisión de protegerla de la expulsión a Guatemala y DHS dijo que no iba a apelar: "La política de ICE debería ser liberarlos, a menos de que haya una razón para creer que la liberación de esta persona puede representar un peligro o un riesgo de seguridad".
Amica agrega que las leyes permiten a ICE deportar a la persona a un país alternativo, pero el inmigrante "debe tener la oportunidad de buscar un alivio ante la expulsión a ese país".
Tepeque cuenta que en el centro de detención, reiteró a los oficiales su miedo de ser deportada a Guatemala o a México. Recuerda que ellos le respondían "que no era culpa de ellos que yo hubiera elegido la vida de ser trans".
Desde febrero, los abogados de Tepeque han pedido a DHS y ICE en varios correos información sobre la liberación de la guatemalteca o el nombre del país alterno al que podrían enviarla. En junio, ICE confirmó a Andrea que podría ser removida a México, pidieron una entrevista de miedo creíble para ella y dice que ICE la presionó a responderla sin la presencia de sus abogados. Aunque los defensores exigieron repetirla, la solicitud fue negada por la oficina de asilo y ahora temen que ella pueda ser expulsada a países "en los que ya ha sufrido violencia sexual transfóbica y crímenes de odio", se lee en un resumen del caso.
En un recurso de habeas corpus introducido por los defensores en mayo, aseguran que la detención de Tepeque es "ilegal" porque ya ha excedido los seis meses y porque no hay indicativo de que un tercer país la aceptará. Reclaman que desde febrero, cuando el juez le otorgó la protección contra su deportación a Guatemala ha sufrido "discriminación homofóbica y agresión sexual como detenida transgénero en una instalación de hombres". Aseguran que durante esos sucesos los funcionarios no han intervenido para protegerla y que "sigue viviendo bajo un miedo extremo por su seguridad".
Pese a que en Estados Unidos también ha sido víctima, Andrea Tepeque siente que la vida que había construido en Florida era "muy bonita": "Cuidaba a mis perritos, trabajaba, ayudaba a mi familia, hacía las cosas bien". Tiene más de un año detenida, pero para ella el país sigue siendo el único lugar en el que puede ser libre como mujer transgénero, "donde puedo ser feliz y tener una vida tranquila".






