Derribarán los prototipos del muro fronterizo de Trump construidos en California

Se creía que los ocho prototipos del muro fronterizo del presidente Donald Trump quedarían para la posteridad en una zona desolada de San Diego, como monumentos de su obsesión por separar a México y Estados Unidos. Eso no sucederá. Los gigantes de concreto y metal que él visitó serán demolidos para dar paso a la construcción de una valla de 14 millas que no está relacionada con su estrategia política.

Las bardas “impenetrables” de 30 pies de altura, que se edificaron en un remoto paraje en el sureste de San Diego, obstruyen una obra que busca mejorar la seguridad a lo largo de la peligrosa colonia Nido de las Águilas de Tijuana, conocida por ser hogar y paso de traficantes de inmigrantes.

Tras un temporal cierre del gobierno federal, Trump declaró una emergencia nacional la semana pasada para obtener miles de millones de dólares que financien la construcción del muro fronterizo. En su primera visita a California siendo presidente en marzo de 2018, el mandatario inspeccionó los ocho modelos en San Diego y argumentó que “si no tuviéramos muros aquí, ni siquiera tendríamos un país”.

En una fecha que no se ha especificado, esos prototipos comenzarán a ser derribados hasta nuevamente quedar un terreno llano y árido. Se reportó que cada prototipo costó a la administración federal hasta 500,000 dólares, por lo que quedaría en escombros una inversión de unos $4 millones.

“Ya hay dinero asignado para derribarlos o construir infraestructura a su alrededor. Pero la decisión se tomó a nivel nacional para eliminarlos y se realizará el proyecto de reemplazo secundario (de la barda)", dijo a la agencia AP, Theron Francisco, agente de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Francisco indicó a la misma agencia que ya se asignó un fondo para tumbar cada uno de los modelos de Trump, aunque no especificó cuánto costará ni cuándo comenzará la demolición.

Coyotes tumban la vieja cerca

Desde el 18 de febrero, los equipos de construcción empezaron a reemplazar la antigua cerca a lo largo de 14 millas para colocar una nueva, de acero y de 30 pies de altura. El contrato para esa obra se otorgó el 20 de diciembre, como parte del presupuesto asignado al sector San Diego de la Patrulla Fronteriza.

También se contempla cambiar y extender la cerca metálica secundaria, detrás de una vieja lámina oxidada y perforada que se colocó a principios de la década de 1990, que llega hasta el mar. Esta doble barrera ha reducido los cruces migratorios en esa zona.

El gran reto de la Patrulla Fronteriza es el este de San Diego, donde está una cerca pequeña que las bandas de traficantes brincan sin problemas para luego internarse en las montañas de Otay.

Una nueva práctica usada por los coyotes en esa área ha sido derribar la valla metálica con camionetas. En lo que va del año se han registrado al menos cuatro incidentes de ese tipo.

El hecho más reciente ocurrió durante la mañana del 21 de febrero. El operativo para detener a los sospechosos se tornó violento cuando, en un intento por huir, el conductor de la pick up impactó un vehículo de la Patrulla Fronteriza.

Finalmente, los agentes detuvieron el auto y arrestaron a 22 indocumentados a bordo. Aunque el chofer logró escapar a pie cruzando de regreso hacia México.

Tres días antes, en el área de Campo, oficiales fronterizos vieron que una lámina había sido derribada por una camioneta pick up y “descubrieron huellas de neumáticos que se dirigían al norte desde la cerca de la frontera”, informó la agencia en un tuit.

Después de una búsqueda localizaron el vehículo abandonado. Dentro estaban 24 indocumentados, quienes terminaron bajo custodia federal. El coyote logró huir.

Para la CBP, el remplazo de la valla fronteriza es importante para la seguridad de EEUU. En el año fiscal 2018, que concluyó el pasado 30 de septiembre, hubo aproximadamente 38,000 detenciones en la zona de San Diego. Esto significa que hubo 12,000 arrestos más en comparación con el ciclo anterior, pero está muy lejos de las más de 600,000 aprehensiones que ocurrían anualmente dos décadas atrás.

"Estas dos importantes barreras, en combinación con una ruta de patrullaje y tecnología, crean una zona de aplicación de la ley de la Patrulla Fronteriza, como parte de un sistema de muro fronterizo”, señaló la CBP en un comunicado de prensa.

La dependencia subraya que, dada la alta densidad de población en el área de San Diego y Tijuana, la modernización de la infraestructura fronteriza “es sumamente necesaria” y reduce “significativamente el cruce ilegal”.

Del lado mexicano, varias colonias tijuanenses pobres terminan hasta esa cerca metálica fronteriza, que hasta llegan a ser parte del patio trasero de algunas familias.