Una semana después de los incendios que dejaron más de cien muertos en la segunda isla más grande de Hawaii y destrozaron la histórica localidad de Lahaina, las escuelas públicas de Maui han iniciado el proceso de reapertura y el tráfico en un importante camino de acceso se reanudó.
Una familia, un músico, un 'buen hombre': qué se sabe de las víctimas de los incendios en Hawaii
Mientras se reactiva lentamente la actividad en Maui tras el feroz incendio de la semana pasada, se van conociendo las historias de las personas que fallecieron quemadas.

Al menos tres escuelas que quedaron intactas tras el paso del incendio por Lahaina —donde vecindarios enteros fueron reducidos a cenizas— seguían siendo evaluadas tras sufrir daños por el viento, dijo el superintendente del Departamento de Educación de Hawaii, Keith Hayashi. Las clases podrán retomarse una vez que se consideren seguros.
“Aún hay mucho por hacer, pero en general los campus y las aulas se encuentran en buen estado estructural, lo cual es alentador”, dijo Hayashi en un video. “Sabemos que las labores de recuperación siguen en las primeras etapas, y seguimos lamentando la pérdida de tantas vidas”.
En otras partes de Maui, las cuadrillas limpiaban cenizas y escombros de las escuelas, y analizaban la calidad del aire y del agua en busca de toxinas.
Los estudiantes desplazados que se inscribieron pueden tener acceso a servicios como almuerzos, socialización y terapia, destacó Hayashi. El Departamento de Educación también ofreció apoyo psicológico para niños, familiares y miembros del personal.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) abrió su primer centro de recuperación de desastres en Maui, “un importante primer paso” para ayudar a los residentes a obtener información sobre asistencia, dijo su administradora, Deanne Criswell. También pueden acudir para obtener actualizaciones sobre sus solicitudes de asistencia.
Criswell comentó que acompañará al presidente Joe Biden durante su visita prevista a Maui el próximo lunes para evaluar los daños y “brindar esperanza”.
“Algunas de las escenas son demasiado fuertes, tan solo desde la perspectiva humana”, dijo el gobernador Josh Green en declaraciones a Hawaii News Now.
Poco más del 25% de los 13,000 residentes de Lahaina son menores de 18 años, según Census Reporter, una organización que analiza datos del censo federal. Otro 10% tiene 71 años o más.
Un músico que tocaba en hoteles y escuelas de Lahaina
La cifra oficial de muertos hasta la mañana de este jueves era de 110, aunque se teme que sean muchos más al tratarse del incendio forestal más mortífero en EEUU en más de 100 años.
Pocos han sido identificados, pero ya se sabe que entre los muertos se encontraban una familia de cuatro y una mujer que estaba por jubilarse.
También Buddy Jantoc, un hombre de 79 años que vivía en una residencia para mayores y que de joven viajó por todo el mundo como músico.
A sus 79 años, vivía en el complejo de viviendas para personas mayores Hale Mahaolu Eono cuando los incendios arrasaron la ciudad de Lahaina, informó KITV-TV el martes. Su familia se enteró por la policía que sus restos estaban entre las docenas encontradas hasta ahora.
La familia también ha iniciado un grupo de Facebook dedicado a Jantoc y su sobrina Kawehi Paio enseñó a la agencia AP que la música era fundamental en la vida de su tío. Recordó cómo él era un fijo tocando música en hoteles locales y en varias escuelas que enseñan el baile hula.
“Mi tío era conocido por tocar música en todo el mundo y en la isla de Maui durante más de 30 años”, afirmó, describiendo su hogar como algo parecido a una tienda de música con guitarras, baterías y fotos de él por todas partes.
Paio describió a su tío un “feliz y despreocupado” y que “siempre estaba sonriendo”.
En la página de Facebook, amigos y familiares publicaron fotos y videos de varias actuaciones locales en las que participó Jantoc.
“Buddy fue un vecino maravilloso y recordó desearme un feliz cumpleaños durante muchos años. Me preocupó mucho saber que había desaparecido y me entristeció mucho escuchar esta noticia”, publicó Julie LaCroix en la página de Facebook. “Bendiciones para tu ohana Buddy, tocaste muchas vidas y veo que eres muy querido”.
Una mujer de espíritu libre que soñaba con la jubilación
Todo lo que Donna Hartley pudo pensar mientras las imágenes de televisión mostraban los incendios que envolvían la ciudad de Lahaina era su hermana. Pero Carole Hartley no contestaba su teléfono.
“Le dije a mi esposo que si esto se quemaba así, la casa de Carole desaparecería”, expresó la mujer de 62 años.
Dos días después, la pareja de su hermana llamó y las noticias no eran buenas. Le dijo que él había estado en el patio delantero cargando su automóvil y Carole Hartley en el patio trasero, posiblemente revisando a un inquilino, cuando el viento avivó las llamas. El auto explotó.
Después de que el compañero de Carole reunió a un equipo de amigos para un grupo de búsqueda, Donna Hartley escuchó la noticia el sábado por la noche de que habían encontrado los restos de su hermana, incluido su reloj. Todavía está esperando la verificación oficial del ADN de una mujer de espíritu libre que vivió en Lahaina durante 36 años.
“Su cumpleaños era el 28 de agosto e iba a cumplir 61 años”, relató Donna Hartley. “Me decía últimamente... un año más, hermana, y me jubilo”. Donna Hartley dijo que sus amigos en su casa en Grand Bay, Alabama, planean celebrar un memorial para Carole.
La pérdida de una familia
Una familia de cuatro integrantes —Faaso y Malui Fonua Tone, Salote Takafua y su hijo, Tony Takafua— murió mientras intentaba huir de las llamas. Sus restos fueron encontrados el jueves en un automóvil quemado cerca de su casa.
“La magnitud de nuestro dolor es indescriptible”, decía un comunicado de los familiares.
Lylas Kanemoto, quien conocía a la familia Tone, confirmó el domingo la devastadora noticia.
“Al menos tenemos un cierre para ellos, pero la pérdida y la angustia es insoportable para muchos. Nosotros, como comunidad, tenemos que abrazarnos y apoyar a nuestras familias, amigos y nuestra comunidad lo mejor que podamos”, dijo Kanemoto a la AP por mensaje de texto el domingo.
Al momento de escribir el mensaje, Kanemoto todavía estaba esperando noticias sobre su primo, Glen Yoshino, que seguía desaparecido.
“Me temo que ya no esté porque no hemos sabido nada de él y habría ya tendría que haber encontrado una manera de contactar a su familia”, dijo Kanemoto. “Esperamos lo mejor, pero nos preparamos para lo peor”.
“Un hombre buenísimo”
El capitán de bomberos retirado Geoff Bogar y su amigo de 35 años Franklin Trejos inicialmente se quedaron para ayudar a otros en Lahaina y salvar la casa de Bogar. Pero a medida que las llamas se acercaban más y más el martes por la tarde, supieron que tenían que huir.
Cada uno escapó a su propio auto. Cuando el vehículo de Bogar no arrancó, rompió una ventana para salir y se arrastró por el suelo hasta que una patrulla de policía lo encontró y lo llevaron a un hospital. Trejos no escapó.
Cuando Bogar regresó al día siguiente, encontró los huesos de su amigo de 68 años en el asiento trasero de su automóvil, encima de los restos del amado golden retriever de 3 años de los Bogar, Sam, a quien había tratado de proteger.
Trejos, nativo de Costa Rica, había vivido durante años con Bogar y su esposa, Shannon Weber-Bogar, ayudándola con sus convulsiones cuando su esposo no podía. Llenó sus vidas de amor y risas.
"Dios se llevó a un hombre realmente bueno", indicó Weber-Bogar.







