Lindsay Marie Clark, una doctora de California que se especializó en tratamientos de rejuvenecimiento facial, admitió esta semana que durante cuatro años les inyectó a sus pacientes bótox falso que compraba a bajo costo en internet, una práctica ilegal que le generó más de un millón de dólares en ganancias.
La doctora de California que inyectó bótox falso a sus pacientes y se hizo ilegalmente de $1 millón
Los fiscales federales alegan que la médico Lindsay Marie Clark compró sustancias adulteradas de proveedores en el extranjero con la única finalidad de incrementar sus ganancias.

Clark se declaró culpable en una corte federal de San Francisco de un cargo por recibir y suministrar medicamentos adulterados o falsificados, lo cual es una violación a la Ley federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FDAC). Su sentencia se ha programado para el 7 de abril de 2023.
Los investigadores señalan que esta doctora, quien desde julio de 2016 tiene una licencia para ejercer como médico internista en California, compró en línea versiones extranjeras falsas de medicamentos de las marcas Botox y Juvederm, con el único fin de incrementar las ganancias.
Clark ordenó estos productos no autorizados a los portales de supuestas "farmacias" y “depósitos” llamados “Inject Medical”, “Rose Pharmacy”, “Filler Depot”, “Team Medical” y “Ritz Pharmacy”. Los envíos los realizaban desde Argentina, Francia, Reino Unido, Austria, India y otros países.
De abril de 2016 a febrero de 2020, ella pagó 270,000 dólares a esos proveedores, algo que en ocasiones resultó en un ahorro de hasta 40% respecto al valor de sustancias autorizadas por la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA). Pero a sus clientes les cobró como si se tratara de productos legítimos.
Lo que ella adquiría eran medicamentos de toxina botulínica inyectable no aprobados y sin licencia, así como dispositivos de relleno de ácido hialurónico, describen documentos judiciales.
Ese esquema le permitió obtener más de un millón de dólares, según la acusación federal.
El gobierno no menciona cuántos pacientes de Clark fueron inyectados con bótox falso; tampoco indica si alguno tuvo efectos adversos por ello.
Notas Relacionadas
“Los consumidores deben tener la confianza de que los medicamentos recetados y los dispositivos que usan (los doctores) son auténticos y seguros”, dijo el fiscal Brian M. Boynton, jefe de la División Civil del Departamento de Justicia (DOJ), en un comunicado.
Boynton subrayó que la dependencia continuará trabajando para investigar y enjuiciar “a los médicos que engañan a los pacientes para su propio beneficio”.
Desde al menos 2015, Clark trabajó en consultorios en San Francisco y San Mateo, en el norte de California. Un tiempo se desempeñó como directora médica de Entrada Medical Group y antes estuvo en dos consultorios llamados Physicians’ Youthful Resolutions y Enhance Medical Group.
Los fiscales alegan que esta doctora le pedía a su personal que ocultara los nombres y origen de los productos adulterados que compraba. Pero en la página de internet de dichos negocios y en los formularios de consentimiento que firmaban los pacientes se indicaba falsamente que solo inyectaban sustancias aprobadas por la FDA.
"Los profesionales de la salud que distribuyen y administran medicamentos recetados falsificados y adulterados de origen desconocido ponen en gran riesgo la salud de sus pacientes", dijo Robert M. Iwanicki, encargado de la oficina de investigaciones criminales de la FDA en Los Ángeles.
El negocio de esta doctora, Lindsay Clark M.D. Medical Corporation, también se declaró culpable de un delito grave de recibir y suministra medicamentos mal etiquetados y dispositivos falsificados.
Clark, residente de Walnut Creek, egresó en 2004 de la Escuela de Medicina de la Universidad St George. Ella tiene una licencia activa hasta diciembre de 2023, según la Junta Médica de California. En el portal de esa entidad no se menciona su caso judicial, ni su declaración de culpabilidad.






















