Por qué es importante que respondas al censo aun cuando no tengas papeles

Los documentos de residencia no importan en el censo. “Si la persona está respirando, cuenta”. Así resume Jacqueline Martínez Garcel, CEO de Latino Community Foundation, quiénes deben participar en el censo.
Los inmigrantes indocumentados sí cuentan porque van a las escuelas, usan transporte, pasan por vías públicas y reciben servicios de agua potable y electricidad. Cuentan porque necesitan comprar alimentos, ser atendidos por servicios de emergencia y encontrar oportunidades de trabajo y vivienda.
Los 1.5 millones de billones de dólares en fondos federales son asignados a los estados y a sus gobiernos locales de acuerdo a la cantidad de habitantes y sus necesidades.
En California viven 2.2 millones de personas sin autorización. El Departamento de Finanzas del estado estima que por cada persona no contada, el estado dejaría de recibir 1,000 dólares anuales en los siguientes diez años ($10,000 en total por persona) –así lo comunica Diana Crofts-Pelayo, subdirectora adjunta de Asuntos Exteriores y Relaciones con la iniciativa California Complete Count del gobierno de California.
Si todos los indocumentados del estado decidieran no participar en el censo, entonces el California dejaría de recibir 22 mil millones de dólares en los siguientes diez años. Ese panorama, sin embargo, no es probable. Los cálculos que se han hecho sobre un conteo insuficiente estiman que pudieran traducirse en decenas de millones de dólares, que representaría alrededor del 0.04 por ciento del financiamiento federal para el gobierno estatal.
Efraín Escobedo, vicepresidente de Educación e Inmigración de California Community Foundation, comenta que lo más preocupante de que haya un conteo insuficiente es que las áreas que van a recibir menos fondos son las que más los necesitan, porque los fondos federales se asignan según la población existente en cada comunidad. Basados en la información de censos anteriores, Escobedo estima que las personas que puede que no respondan el censo sean de las comunidades más vulnerables. “Estamos hablando de comunidades latinas, afroamericanas, comunidades de inmigrantes. Los dólares que van a faltar será en esas comunidades que tienen más necesidad, que son más pobres y donde hay más niños”.
Superar la barrera del miedo
Martínez explica que entre las dificultades para lograr un conteo total se encuentran, además del estatus migratorio, el clima político, el desplazamiento, las barreras digitales y de idioma.
“Las personas sin documentos tienen miedo a llenar el censo, especialmente con lo que ha pasado en los últimos tres años con este gobierno federal. Se sienten intimidados por su estatus migratorio, principalmente por el clima político. Nuestra campaña es ‘To Resist You Must Exist’ (Para resistir debes existir) –continúa Martínez–. Si a ustedes le importa quedarse, la única forma de hacerlo es respondiendo el censo”.
El cuestionario del censo no incluye ninguna pregunta relativa al estatus legal de residencia. La administración de Trump desistió en su esfuerzo de incluir la pregunta de ciudadanía en el censo a mediados de 2019 . El censo únicamente solicitará información sobre el tipo de vivienda, la cantidad de personas que viven en el lugar, edad, raza, sexo y relación entre ellos, y ninguno de estos datos podrá ser divulgado de manera que se pueda identificar a quienes la proporcionan.
Martínez agrega que como se trata del primer censo digital, muchas personas no estarán familiarizadas con el proceso. “Ellos van a recibir una postal el 1ro de marzo para que llenen el censo. Muchas personas no van a confiar en esa postal, porque es completamente algo nuevo. Si no lo llenan online, recibirán la visita de un oficial federal en sus casas para que llenen el censo. Y eso será más intimidante, porque en los últimos tres años nosotros hemos estado informando a través de nuestros aliados comunitarios que si reciben una llamada a la puerta de un agente federal, están en el derecho de no abrir la puerta, si sospechan que es de ICE”.
A pesar de que los materiales del censo están disponibles en inglés y español, la barrera del idioma puede ser importante si las comunicaciones iniciales se reciben en inglés. “Aunque en la casa hayan personas que hablen los dos idiomas, si la que está a la cabeza del hogar no habla inglés, es más probable que ignore el primer aviso”.
El desplazamiento de miles de familias por los incendios forestales en California supone otra complejidad, porque son miles de personas sin direcciones actualizadas que se encuentran viviendo temporalmente con otras familias y no van a poder ser contactadas directamente.
Dónde están los beneficios
“Los inmigrantes indocumentados pueden beneficiarse al responder. El conteo es para todos” –explica Leslie R. Malone, Especialista en Asuntos Públicos, de la Oficina de Información Pública del Censo de Estados Unidos–. “El Censo 2020 contará a los niños, abuelos, recién nacidos, personas documentadas e indocumentadas, y a todos los que viven en un hogar o duermen allí la mayor parte del tiempo, incluso si no son parientes. El Censo 2020 es una oportunidad para mejorar los servicios y la infraestructura para todos los miembros del público, los niños y las comunidades”
La Oficina de Análisis Legislativo (LAO) indica que de los programas que reciben financiamiento de los fondos federales basados en la población que pueden ser afectados se encuentran: las subvenciones educativas para estudiantes que viven en situación de pobreza y de cuidado de la infancia, la rehabilitación vocacional y las subvenciones para servicios sobre abuso de sustancias. Aunque el impacto de un conteo insuficiente sería relativamente bajo en estos programas, porque la población es uno de de varios factores para la asignación de fondos, se señala que podría afectar la distribución de fondos dentro del estado.
El informe indica que “muchos gobiernos locales reciben directamente fondos federales y estatales que se basan en recuentos de población, que no estimamos aquí. Como resultado, la pérdida potencial de fondos debido a un conteo insuficiente puede tener un mayor impacto en ciertas localidades y sus presupuestos en relación con nuestro análisis a nivel estatal”.
Martínez, de Latino Community Foundation habla de cómo puede ser ese impacto en California: “Hay varios condados que serían muy afectados, como Fresno, Alameda, Tulare, en los que los latinos representan más de 60%. En Fresno, un 55% de las familias latinas dependen del programa suplementario nutritivo CalFresh, que provee almuerzos gratis a los niños de bajos recursos. Más de 74 mil niños latinos están en programas como Head Starts, que ofrece oportunidades educativas para niños menores de 5 años de edad. Todos estos programas dependen de la inversión federal y esta inversión se determina después de que el censo se completa”.
Sobre el impacto del censo en la representación política, Escobedo habla de su influencia local: “Los datos del censo se usan para crear los distritos políticos y esto impacta los derechos que la comunidad latina tiene de ser representada, ya sea en su mesa de la junta directiva de educación, en el asambleísta que la represente en Sacramento, o localmente, para sus municipios. Y el impacto también es social. Los datos que se toman del censo también afecta cómo el gobierno decide los idiomas van a proveer en sus oficinas”.
Los fondos federales también pueden ser utilizados para servicios que pueden aprovechar inmigrantes indocumentados, “como Medicaid de emergencia, tratamiento en salas de emergencia de hospitales y atención médica y nutrición a través del programa Mujeres, Bebés y Niños”. Así lo indica la campaña de The Leadership Conference Education Fund.
La preocupación por lograr un conteo preciso ha movilizado a diversas organizaciones, muchas enfocadas en lograr que los inmigrantes sean parte de la cuenta. Entre otros, The Leadership Conference Education Fund, California Community Foundation, el Movimiento de Reforma de Inmigración Justa, el Fondo Educativo y de Defensa Legal México-Americano, el Fondo Educativo NALEO, la Alianza Negra para la Inmigración Justa y United We Dream.
“Todos tenemos derecho a ser contados en el Censo 2020, y compartir las mismas protecciones legales que mantienen la privacidad de los datos censales individuales de ICE, la policía, los propietarios y los proveedores de beneficios públicos –afirma Beth Lynk, directora de la Campaña del Censo Cuenta, de The Leadership Conference Education Fund–. Cuando se cuenta a todos, estamos en mejores condiciones para dar forma al futuro de nuestras comunidades y abogar por leyes justas que no priven a nadie de los recursos necesarios para cumplir con sus derechos humanos básicos ".
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Este artículo se publicó con la colaboraci´´ón de Silicon Valley Community Foundation.