Los hermanos Fujimori no se ponen de acuerdo sobre el futuro de su apellido

A cinco semanas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, los hijos del expresidente peruano Alberto Fujimori, preso por corrupción y crímenes de lesa humanidad, protagonizaron uno de los capítulos más llamativos de la campaña al discrepar públicamente sobre el futuro político de su apellido.

En un intento por alejarse de la imagen autócrata que mostró su padre en su gobierno de una década en los 90, Keiko Fujimori, candidata de Fuerza Popular, aseguró hace unos días que es una “demócrata” y que en las próximas elecciones del 2021 ni ella ni su hermano Kenji postularán a la presidencia.

Pero el menor de los Fujimori, quien además consiguió la mayor votación para acceder al Congreso, publicó en su cuenta de Twitter: “Tan justo es individualizar a Keiko de Alberto como a Keiko de Kenji. Apellido Fujimori no puede ser un motivo de prejuicio o discriminación” y agregó inmediatamente en otro tuit: “La decisión es mía: sólo en el supuesto negado que Keiko no gane la presidencia yo postularé el 2021”.

Eso bastó para generar revuelo en el ambiente político del país que se prepara para volver a las urnas el 5 de junio y elegir a su nuevo presidente entre la hija mayor del expresidente Fujimori y el exministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, que se impusieron a otros ocho postulantes en la primera vuelta que se realizó el 10 de abril.

“Fuerza Popular rechaza cualquier intento de alterar los procesos de elección interna con la autoproclamación de una candidatura 5 años antes de una elección. Nadie en nuestro partido está por encima o puede desacatar este principio que orienta la vida partidaria”, afirmó Keiko Fujimori la noche del martes leyendo un pronunciamiento acompañada de los dirigentes de su partido. “Aquí no hay espacio para posiciones personalistas y así lo deben entender quienes pretendan mantenerse en el partido”, agregó la candidata.

La mañana del miércoles, Kenji utilizó nuevamente su cuenta de Twitter para asegurar que “más allá de los malos entendidos me alegra ver que mi hermana Keiko está demostrando que no se casa con nadie y q tiene la mano firme”.

La discrepancia entre los hermanos Fujimori se produce en momentos en que las encuestas muestran prácticamente un empate en las preferencias por la candidata de Fuerza Popular y por el de Peruanos por el Kambio. El sondeo de Pulso Perú difundido el 22 de abril da a Kuczynski un 41.1% de las preferencias y a Fujimori un 40.4%, con un 18.5% de electores aún indecisos. El exministro tiene mayor acogida en el sur del país y en Lima y en los sectores de clase alta y media; mientras que Keiko, en el norte y centro peruano y en los sectores de clase media baja y baja y rurales.

“Ha sido un error tremendo el de Kenji, le complicó la campaña a su hermana, más aún cuando la cosa en las encuestas está muy pareja y la pelea por votos es muy reñida. Esto está haciendo pensar a muchos en la figura del continuismo, de la perpetuidad en el poder. Ha surgido la etiqueta de dinastía y las etiquetas tienen un poder comunicacional potente”, dijo el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente, a Univision Noticias.

Y es que en el Congreso, el partido de los hermanos Fujimori logró 73 de los 130 escaños, una mayoría absoluta que ha despertado resquemor entre diversos sectores por el excesivo poder que podría tener un eventual gobierno de la candidata de Fuerza Popular. Incluso para frenar las suspicacias, Kenji Fujimori aseguró que no aceptará ser presidente del Congreso, cargo que le correspondería por obtener la más alta votación.

“El hecho de que Fuerza Popular tenga una bancada tan amplia hace que mucha gente diga ‘es demasiado poder en una sola mano y es mejor votar por PPK’ para que haya un balance entre el Ejecutivo y el Legislativo”, sostuvo el presidente ejecutivo de la encuestadora Ipsos Perú, Alfredo Torres, quien aseguró además que después de la primera vuelta electoral se ha notado una tendencia al alza en las preferencias de Kuczynski.

De la misma opinión es Benavente, quien sostiene además que “hay muchas cosas que juegan a favor” del exministro que está sumando apoyo de figuras políticas y de los votos antifujimoristas. Agregó que su candidatura tiene una imagen más positiva que la de Keiko, pese a que -según el analista- cometió algunos errores empezando la campaña por el balotaje como el revelar quién será su ministro de Economía, lo que recibió duras críticas por considerarlo un especialista muy ligado al sector empresarial, y por tratar de reunirse con Gregorio Santos, un exgobernador de izquierda preso que también postuló a la presidencia, que lo desairó públicamente.

Las candidaturas de Fujimori y de Kuczynski son percibidas como muy positivas para favorecer la inversión privada en el país, incluso algunos importantes empresarios han manifestado su tranquilidad de que el balotaje se dispute entre ambos y no con Verónika Mendoza, una socióloga y congresista de la izquierda que creció rápidamente en las encuestas y estuvo muy cerca de superar a PPK, como se hace llamar el exministro. Ella ha asegurado que no apoyará a ninguno de los dos candidatos y que encabezará una marcha contra Fujimori en las próximas semanas.

El analista Benavente consideró que en esta etapa de la campaña, los postulantes a la presidencia irán a la búsqueda de votos segmentados y de los electores que no votaron por ellos, pero la tarea no será fácil.

“Keiko de alguna manera está tratando de exorcizarse del Fujimorismo, lo que es muy difícil porque gran parte de lo que tiene es gracias al fujimorismo. Y PPK pide votar por él para evitar que haya concentración de poder, apelando a los fantasmas del 90, pero en el boca a boca se alude mucho al tema de su edad y hay que ver como se aborda eso”, afirmó.