Quién es Elizabeth Warren, la 'progresista' que podría ser la clave del ataque demócrata contra Trump

Mucho antes de que insurgiera el para entonces menos conocido Bernie Sanders y que Hillary Clinton decidiera lanzarse por segunda vez a la presidencia estadounidense en 2015, varios grupos progresistas pedían que la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren fuera la demócrata que le hiciera frente a la exsecretaria de Estado por la Casa Blanca.
La campaña "Compite, Warren, compite" ( Run, Warren, Run) de 2014, que alcanzó a reunir más de 365,000 firmas en pocos meses y tenía en sus filas a decenas de legisladores y líderes políticos, buscaba convencer a la senadora de que ella era el único camino hacia la "lucha contras los intereses de las grandes corporaciones y el poder de Wall Street".
Warren por sus lado, agradeció entonces el esfuerzo, pero insistió en que su lugar es está en el Congreso.
Sin embargo, la también llamada "gran dama" de la izquierda estadounidense, es ahora una de los tres nombres principales que resuenan como opción de pareja de fórmula presidencial de Clinton, y para muchos podría ser el elemento clave de persuasión a los desencantados seguidores de Bernie Sanders, todavía reacios a votar por la virtual nominada demócrata.
El entusiasmo que despierta la senadora de 67 años, se vio reflejado este lunes cuando por primera vez acompañó a Clinton en un evento de campaña. Ese día los espectadores se derramaron en gritos y aplausos en cuanto escucharon a Warren referirse al virtual nominado republicano Donald Trump.
Trump "es un pequeño avaro inseguro", "un matón pusilánime" y "un hombre desagradable" que "te aplastaría contra el suelo para conseguir lo que quiere", arremetió Warren.
"¿Quieren ver a un bobo? Solo mírenlo con su gorra ", dijo en referencia al apodo que le puso Trump en Twitter de "Warren la boba" y a la emblemática gorra de campaña del magnate que dice "Hacer Estados Unidos grandioso de nuevo".
Y es que precisamente uno de los principales atractivos de la senadora durante esta campaña es su capacidad para "irritar frenéticamente" a Trump, "bajo sus propios términos, en un lenguaje que él entiende y lo saca de casillas", explicó a Univision Noticias Susan Carrol, profesora de ciencias políticas de la Universidad Rutgers en Nueva Jersey.
"Y Clinton no va a desaprovecharlo... Ella (Clinton) guardará una imagen más 'presidenciable', pero Warren no tiene que reocuparse por eso", agregó la experta.
Especialista en bancarrotas y luchas contra Wall Street
Uno de las principales puntos de ataque de Warren contra Trump es el historial de bancarrotas y los escándalos que enfrenta el magnate inmobiliario relacionados a acusaciones de fraudes y falta de pago a sus trabajadores.
"Vean cómo Trump mantuvo el imperio de su padre a flote mediante bancarrotas corporativas estratégicas para esquivar la deuda...Es un perdedor", publicó Warren en marzo en su cuenta de Twitter, en lo que fue un intenso intercambio de ataques a través de redes sociales con el magnate.
Lo claro es que si se trata de conocimientos en el tema, la senadora tiene las de ganar.
Warren, fue profesora de leyes en las Universidades de Houston, Texas, Pensilvania y Harvard, y su principal especialidad es justamente las jurisdicciones en bancarrota y finanzas personales.
Creció en una familia de clase media trabajadora, se casó joven, se divorció y dependió de créditos estudiantiles. Así que su experiencia personal orientó sus preocupaciones académicas a demostrar cómo el sistema económico no sirve a la personas comunes y en cambio favorece a las grandes corporaciones.
Las gigantes bancarias han "destrozado nuestra economía y millones de puestos de trabajo". Pero "aún así (sus representantes) se pavonean en el Congreso, sin vergüenza, exigiendo favores y actuando como si debemos agradecerles", dijo Warren durante su intervención en la Convención Nacional Demócrata de 2012, año en que llegó al Senado estadounidense.
“Warren fue uno de las primeros miembros del Partido Demócrata en hablar de la erosión de la clase media y criticar la influencia de Wall Street en la política. Ella es la representante por excelencia del ala más progresista del Partido Demócrata, incluso más que Sanders”, valoró Carrol.
Durante la recesión económica de 2008, fue nombrada por el entonces líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, para presidir el Grupo de Supervisión del Congreso que inspeccionó la aplicación de la Ley de Estabilización Económica de Emergencia.
Warren batalló con tenacidad simultáneamente con dos altos funcionarios financieros del presidente Barack Obama, el jefe económico Larry Summers y el secretario de Tesoro, Tim Geithner, a quienes percibía como muy proclives a intereses corporativos.
Sin embargo, Warren convenció al mandatario de defender personalmente lo que ha sido la mayor ambición legislativa de la senadora: una fuerte e independiente Oficina de Protección Financiera del Consumidor.
Progresista inigualable
Esa firme aversión a Wall Street podría ser un factor que dificulte la nominación de Warren a la vicepresidencia de Clinton.
La ex secretaria de Estado entraría entonces en conflicto con algunos de sus más altos financistas.
"Todo su apoyo de Wall Street la abandonaría...Ellos, literalmente le dirían: ...'si escoges a Warren, no podemos confiar en ti'", dijo la semana pasada un importante financista demócrata que recaudado millones de dólares para la campaña de Clinton y no quiso dar su nombre al medio Politico.
Para el historiador político Arnoldo Torres, sin embargo, el mayor el factor de improbabilidad se debe sobre todo a una cuestión de género.
"Culturalmente el país todavía no está preparado para dos mujeres en la fórmula presidencial, es un proceso que llevará mucho tiempo", agregó Torres.
Según el experto, el clima de las actuales elecciones en las que se las que el genero se ha convertido en tema de debate central, ya que Clinton podía ser la primera mujer presidenta en la historia estadounidense y Trump la ha acusado de usar "la carta femenina" para ganar adeptos, tener dos mujeres compitiendo juntas en la boleta electoral crearía una "dicusión" en la que Clinton no quisiera enfrascarse.
Mientras tanto, sin importar cual será el destino de Warren dentro de la administración de la ex primera dama, su "discurso populista le llega directamente" al electorado, "definitivamente revitalizará la campaña" de la ex secretaria de Estado.
Para Torres, pese a que Warren es "muy de izquierda", su retórica y su biografía crean un eco transversal que puede influir incluso en los republicanos dudosos de Trump.
El mérito de la senadora ha consistido en articular acertadamente un discurso que habla sobre las desigualdades, las dificultades de la clase media y trabajadora . Algo con lo que podría identificarse tanto los de izquiera como los de derecha.
"Lo que hace Warren cuando habla así, es mostrarle una posibilidad de cambio a los que están ansiosos con el Partido. Le habla a los seguidores de Sanders y a los que dicen #NeverClintom... les explica muy bien que hay un enemigo común: Donald Trump", añadió.
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