Clinton celebra su cumpleaños en Florida burlándose de un Trump "acosador"

LAKE WORTH, Florida. - Este era un mitin inusual para Hillary Clinton. Era su cumpleaños número 69 y el ambiente se sentía diferente.

El gimnasio del Palm Beach State College se llenó por completo para ver a la candidata demócrata. La universidad esperaba unas 2,000 personas, y entre 200 y 400 más se quedaron esperando afuera, según estimados de la campaña de Clinton y de oficiales de la policía. La fila serpenteaba como suele hacerlo en los mitines de Trump, donde la gente vende y compra botones y camisetas para pasar las horas.

Incluso la mercancía, que para este punto en la contienda recicla los mismos lemas y chistes, era diferente aquí. Los botones y camisetas de la demócrata nunca habían tenido fama de ser los más llamativos o creativos. Para encontrar eso había que mirar a la campaña de Bernie Sanders, el antiguo rival demócrata de Clinton, o la del republicano Donald Trump.

Pero esta vez los mensajes eran feministas sin titubeos, apelando al voto femenino con imágenes de modelos hombres, a la nostalgia por el expresidente Bill Clinton, esposo de la candidata, y al hecho histórico de una mujer como candidata de uno de los dos grandes partidos.

Usualmente los eventos de Clinton tampoco son los más emocionantes. Desde las primarias eran eventos sin sorpresas, estándar, con mucha gente blanca mayor, que se diferencian de los seguidores de Trump sobre todo por su nivel socioeconómico y de educación.

Pero en Lake Worth fue distinto. Por ser Florida, se avistaban muchos latinos y negros. Por ser una universidad, había mucha gente joven con apariencia alternativa, cabello de colores, vestimenta hipster-- más de lo que se esperaría en un mitin de Sanders. Y por ser un condado del sur de Florida, West Palm Beach, había también una fuerte presencia de población mayor.

Apostando alto

La candidata no comenzó su discurso pidiendo el voto por ella, sino pidiendo el voto por sus compañeros de partido lanzándose al Congreso, la siguiente meta de los demócratas.

Al entrar Clinton, la audiencia le empezó a cantar 'feliz cumpleaños' espontánea y descoordinadamente, lo que Clinton agradeció añadiendo un mensaje novedoso: "Gracias por cantarme feliz cumpleaños. Pero saben, el mejor regalo que se pueden dar a ustedes mismos es votar por Patrick Murphy", representante al Congreso de Florida y candidato para la reelección contra el senador republicano Marco Rubio.

Los demócratas cada vez están más confiados de ganar la Casa Blanca y conquistar el Senado: Clinton le lleva una ventaja a su rival de 4.4 puntos a nivel nacional, según el portal Real Clear Politics, y de 1.6 puntos en Florida.

Pero no todo está decidido, y menos en Florida, un estado péndolo crucial en elecciones pasadas, y mucho menos en el condado de West Palm Beach: aquí 49% de la población votó por el republicano Mitt Romney en 2012, y 50% por el presidente demócrata Barack Obama. Además 21% de la población es latina, una población clave en ambas victorias de Obama y que sería crucial para ganar el estado este año también.

Cosas de mujeres ('asquerosas')

El humor feminista reinó en el evento desde el comienzo. La audiencia reía a carcajadas con los chistes de un Trump "acosador" de la congresista de Florida Louis Frankel quien habló antes de Clinton. Les preguntó, "¿Hay mujeres asquerosas aquí? ¿Hay hombres aquí que amen a mujeres asquerosas?". El comentario era un giro al insulto que le arrojó Trump a Clinton al final del último debate cuando dijo, "qué mujer tan asquerosa".

Clinton por su parte se burló de un Trump que "la acechaba en el escenario" de ese último debate, incluso imitándolo como una especie de troll jorobado. Le sacó en cara haberle ganado tres careos seguidos, recalcando que el candidato ya no tenía cómo criticar "su estámina".

Muchos de estos ataques ya los conocíamos. Pero aquí Clinton arremetió contra Trump con un giro que le puede ser muy exitoso en lo que queda de la elección: el humor.

Al parecer, los ataques de la campaña ahora vienen más en el estilo de la cena de Al Smith en Manhattan de hace una semana, en la que tanto Trump como Clinton intercambiaron ataques de estilo burlón. Pero ese día, mientras los chistes de Trump a veces no parecían chistes, sin mucha sutlileza, los de Clinton fueron escritos ("por una aldea entera", como bromeó ella misma) con más detalle y cuidado.

"Me gusta tener el apoyo de millonarios de verdad". "No, en serio, es medio raro, ¿quién pierde dinero manejando un casino?", bromeó la candidata.

Sus seguidores, pero sobre todo sus seguidoras, parecen haber cobrado una energía especial en la recta final. Muchas mujeres se mostraron emocionadas por votar por primera vez por una mujer.

Elmira Gilbert, una mujer de 101 años, quien nació antes de que la mujer ganara el derecho al voto, le dijo a Univision Noticias que estaba muy emocionada de ver hablar a Clinton, por quien ya había votado, apesar de no escuchar bien y movilizarse en silla de ruedas.

Pero también se veían adolescentes, estudiantes, y niñas con un entusiasmo parecido.

A menos de dos semanas del día de la elección, este tipo de energía --más joven, más jocosa, más creativa, más agresiva-- es precisamente lo que necesita la campaña de Clinton para ganar, y sin dejar espacio para dudas.

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