CARACAS, Venezuela.- “Empresa parada, empresa recuperada por la revolución”, amenazó el presidente Nicolás Maduro este jueves por televisión nacional, en vísperas de la huelga general convocada por la oposición este viernes tras una multitudinaria marcha, para exigir a los poderes públicos del chavismo que destraben la realización de un referendo revocatorio en su contra.
“Empresa parada, empresa recuperada”: el chavismo amenaza con tomar empresas que se sumen a la huelga contra Maduro
Mientras la Asamblea Nacional discute un juicio político en su contra y un día antes del paro convocado por la oposición, el presidente de Venezuela decreta el cuarto aumento salarial de 2016 y el "adelanto" de la Navidad.


El mandatario volvió a llamar al apoyo de sus seguidores durante un acto público de entrega de viviendas transmitido en directo desde el Fuerte Militar Tiuna, en Caracas, y replicado en forma obligatoria por todas las cadenas de radio y televisión del país.
“Obama se va (del gobierno) y quiere destruir a Venezuela”, dijo Maduro, para añadir argumentos a su tesis de que la aguda crisis que atraviesa el país es el resultado de una supuesta “guerra económica” alentada por el “imperio”.
Bajo los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro la inflación de Venezuela se ha mantenido como la más alta de América Latina. Al cierre de 2015 sumó 180.9%, de acuerdo al último reporte publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Según el BCV, el desabastecimiento oficial de productos básicos, como alimentos y medicinas, era del 87% en enero de 2015. Esto ocurre luego de que Venezuela gozó durante casi una década de la mayor bonanza petrolera que haya experimentado el país desde que su economía depende de la producción de crudo.
La opinión de los partidos opositores, agrupados en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), es que la catástrofe actual es absoluta responsabilidad de Maduro y que sus omisiones y excesos frente al gobierno han provocado la ruptura del “hilo constitucional”.
Bajo ese argumento, la mayoría parlamentaria de la MUD en la Asamblea Nacional aprobó el martes la apertura de un juicio político en su contra y se declaró en sesión permanente con mirar a declarar, la semana próxima, su abandono del cargo.
Toma y dame
Así, mientras Maduro repartía apartamentos y amenazas por televisión, los diputados seguía adelante con el debate para declarar su responsabilidad política en “la consolidación de un modelo político-económico y social que, por su estatismo, rentismo, burocratismo y corrupción ha ocasionado la devastación de la economía del país” y la sistemática violación de los derechos humanos que protestan por esta situación.
Este jueves por la mañana el Parlamento amaneció sin electricidad –la empresa estatal Corpoelec suspendió el servicio– y tuvo que utilizar una planta eléctrica para continuar con la discusión.
A pocas cuadras de allí, los más destacados líderes del chavismo arengaron con sus discursos a la masa de empleados públicos y militantes del oficialismo reunidos ante una tarima instalada frente al Palacio de Miraflores. Y uno y otro repitieron el llamado a desconocer tanto las decisiones emanadas del Parlamento como el llamado a la huelga de este viernes.
“Si usted mañana para su empresa, no va a haber procedimiento. Vamos a tomarla como tomamos la Asamblea el domingo”, amenazó el diputado Diosdado Cabello, exmilitar y expresidente de la propia Asamblea Nacional.
Mientras tanto Maduro seguía adelante por televisión con el anuncio de un nuevo aumento salarial de 40%, el cuarto que aprueba su gobierno en lo que va de año, para conjurar los altos precios que atenazan a los más pobres y merman a la clase media. Según sus cálculos todos estos aumentos suman 454%, aún por debajo de las cifras extraoficiales de inflación.
La "buena nueva" vino acompañada también de un adelanto de las fiestas, pues desde mañana, los empleados públicos comenzarán a recibir el pago de su bonificación navideña.
“¡Música! ¡Que llegue la Navidad!”, despidió Maduro su cadena de radio y televisión. Y un grupo integrado por guardias nacionales (policías militares) uniformados, comenzó a tocar una tradicional gaita decembrina al grito de “Ayayay”.
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