México, el país con más periodistas asesinados en 2020

La organización internacional 'Reporteros Sin Fronteras' (RSF) publicó su más reciente informe sobre asesinatos de periodistas durante el 2020, indicando que al menos 50 fueron abatidos en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 15 de diciembre.

Según el documento, México sigue ocupando el primer lugar de los países con más asesinatos de comunicadores en el mundo. Durante el año, ocho reporteros fueron abatidos allí, en un país considerado como el más peligroso para ejercer la profesión.

Asesinatos atroces e impunidad

El reporte destaca que la mayoría de los asesinatos ahora ocurre en países que no viven conflictos bélicos. El 68% (más de dos tercios) de las víctimas mortales son de países "en paz", sobre todo México (con ocho periodistas asesinados), India (cuatro), Filipinas (tres) y Honduras (tres).

El informe resalta que los crímenes en México van de la mano de la impunidad, algo que incluso hace la tarea de los periodistas mucho más peligrosa. Eso, lamenta RSF, se suma además a la atrocidad y alevosía con que algunos asesinatos fueran cometidos.

" Julio Valdivia Rodríguez, reportero del diario El Mundo, fue encontrado decapitado en el oriental estado de Veracruz. Así mismo, Víctor Fernando Álvarez Chávez, editor del sitio web de noticias local Punto x Punto Noticias, fue despedazado en Acapulco, en el occidental estado de Guerrero. Estos asesinatos, como muchos otros, siguen impunes", señaló RSF.

De la misma forma, en días recientes, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) publicó un informe sobre los principales retos de la profesión y examinó el número de muertes de este año de profesionales de la prensa que han sido asesinados por hacer su trabajo. Nuevamente México salió a relucir debido al incremento de crímenes en contra de comunicadores.

"La violencia del mundo sigue azotando a los periodistas. Cada vez sufren más ataques cuando investigan o informan de temas delicados, lo que se ha debilitado es el derecho a la información, que es un derecho a todos los seres humanos", dijo el secretario general de RSF, Christophe Deloire.

Honduras, en el tope

RSF menciona además que Honduras es el segundo país latinoamericano donde los comunicadores corren un riesgo mayor y en donde la corrupción en los gobiernos y las policías son factores que incrementan el peligro para la profesión.

" Con al menos tres periodistas asesinados a tiros en 2020, Honduras, por segundo año consecutivo, es el segundo país más mortífero para los miembros de los medios de comunicación en las Américas. La última víctima fue Luis Almendares, un profesional independiente que criticó la corrupción local y la violencia policial. Al igual que los otros dos periodistas hondureños asesinados en 2020, fue baleado, sin respuesta de las autoridades y sin ninguna investigación seria", señaló el informe.

Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Honduras (CONADEH), más del 91% de los asesinatos de periodistas en Honduras quedan impunes, una cifra que horroriza a las organizaciones internacionales.

RSF argumentó que cerca de veinte periodistas de investigación perdieron la vida por su trabajo este año. Diez de ellos estaban investigando casos de corrupción local, cuatro trabajaban sobre la mafia y el crimen organizado y tres sobre temas relacionados con el medioambiente.

El balance violento en otras partes del planeta

A mediados de diciembre, el gobierno de Irán ejecutó al periodista Rouhollah Zam en la horca, un hecho que fue condenado por la comunidad internacional.

"Zam era un refugiado en Francia que fue secuestrado por la Guardia Revolucionaria Iraní mientras visitaba Irak y fue llevado a la fuerza a Irán. Allí fue juzgado sin las debidas garantías y condenado a muerte por 'corrupción en la tierra', uno de los cargos más graves que se pueden presentar ante los tribunales revolucionarios de Irán. Ningún periodista había sido víctima de esta forma arcaica y bárbara de castigo durante los últimos 30 años. La ejecución de Zam confirma el historial de Irán como país que oficialmente ha dado muerte a la mayor cantidad de periodistas en el último medio siglo", dijo RSF.

En Afganistán, diciembre estuvo marcado por otra ejecución, la de Malalai Maiwand, del medio Enekaas TV y representante del Centro para la Protección de Mujeres Periodistas Afganas (CPAWJ). Maiwand fue víctima de un asesinato tipo ejecución cuando ella y su conductor fueron asesinados a tiros por hombres armados cerca de su casa.

"La violencia contra periodistas y medios de comunicación ha aumentado en Afganistán en los últimos meses, aunque podría haberse esperado un respiro como resultado de las conversaciones de paz entre los talibanes y el gobierno afgano. Otros tres periodistas murieron este año por coches bomba y explosiones. Si bien no se ha denunciado ninguno de estos asesinatos, los miembros de la sociedad civil afgana continúan denunciando una campaña de terror contra quienes critican el oscurantismo religioso", adujo el informe.

Irak también ha vuelto a los tiempos más oscuros, con seis reporteros asesinados en 2020. De acuerdo al informe, se ha vuelto normal que hombres armados no identificados disparen contra comunicadores mientras estos cubren protestas callejeras que han sido frecuentes desde 2019.

"Husham Al-Hashimi, especialista en terrorismo, y Nizar Thanoun, director del canal de televisión Al-Rasheed, fueron baleados en la calle. Ninguno de estos asesinatos ha sido siquiera investigado adecuadamente y los responsables no han sido encontrados ni llevados ante la justicia", mencionó el documento.

En la India, por su parte, el 2020 también fue supremamente violento para el gremio. El reportero Rakesh 'Nirbhik' Singh fue quemado vivo en diciembre después de ser rociado con un desinfectante de manos altamente inflamable a base de alcohol en su casa por hombres enviados por un funcionario local cuyo prácticas corruptas que había criticado. Isravel Moses, un periodista de televisión en el estado de Tamil Nadu, en el sureste del país, fue asesinado a machetazos en noviembre.

El informe hizo énfasis también en lo ocurrido en Pakistán, donde el cuerpo del reportero Zulfiqar Mandrani fue encontrado en mayo con dos heridas de bala en la cabeza y evidencia de tortura en la espalda. La policía local afirmó que se trataba de un "asesinato por honor", pero probablemente lo asesinaron por investigar las actividades de un narcotraficante local vinculado a un oficial de policía. Fue uno de los cuatro periodistas asesinados en Pakistán en 2020.