¿Se mudan los ricos buscando beneficios tributarios?

Al igual que su economía, el sistema tributario estadounidense es más duro a niveles superiores, especialmente a nivel estatal, donde los pagos de los súperricos representan una parte sustancial de los ingresos fiscales. Cuando el magnate de fondos de inversión David Tepper anunció que se mudaba de Nueva Jersey a Florida, el estado estimó que podría sufrir la pérdida de millones de dólares en impuestos, poniendo en riesgo la base de ingresos y el presupuesto de Nueva Jersey. De hecho, las tasas de impuestos varían considerablemente entre los estados, desde cero en lugares como Florida a casi 9% o más en estados como Nueva York.
Con el aumento de la desigualdad y el aumento aún más fuerte de las preocupaciones políticas relacionadas al tema, varios estados han establecido impuestos millonarios para intentar cerrar la creciente brecha de riqueza, redistribuir el ingreso, y generar más ingresos. Pero ¿en qué medida los súperricos en realidad abandonan un estado para evitar los impuestos? Ése es el punto clave que aborda un nuevo estudio publicado en la American Sociological Review por Cristobal Young y Charles Varner de Stanford e Ithai, Z. Lurie y Richard Prisinzano del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Para responder esto, los autores utilizaron datos detallados del IRS sobre las declaraciones de impuestos de todas las personas con ingresos millonarios en Estados Unidos entre 1999 y 2011.
Sorprendentemente, descubrieron que los millonarios se mudan a un ritmo más lento (2.4%) que la población en general (2.9%). La tabla de abajo, que monitorea las tasas de migración de 1999 a 2011, muestra cómo estas tasas disminuyen a medida que aumentan los ingresos. Aquellos que ganan 10,000 dólares al año tienen los índices más altos de migración, de alrededor de un 4.5% al año. A medida que aumentan los ingresos, la tasa de migración disminuye de manera constante, hasta que alcanza su punto más bajo (2%) para aquellos que ganan 90,000 dólares al año. Una vez que los ingresos alcanzan niveles millonarios, las tasas de migración aumentan, pero sólo ligeramente. Como señala el estudio, "aquellos que perciben mayores ingresos muestran una mayor estabilidad residencial ... que las personas de bajos ingresos". En otras palabras, los ricos tienden a ser aún más estables que otros residentes.
Los "millonarios persistentes" —aquellos que ganan un millón de dólares o más año tras año— tienen las tasas de migración globales más bajas (1.9%); notablemente menores que los millonarios eventuales (3.2%), según el estudio. Por lo tanto, los residentes con un flujo constante de riqueza son menos propensos a abandonar sus propios estados.
"Estos resultados ayudan a explicar cómo los ingresos exclusivos atan a las personas a sus regiones locales", escriben los autores. "Las personas que pueden esperar flujos continuos de ingresos de millones de dólares con el tiempo tienden a no mudarse". En otras palabras, aquellos que son constantemente ricos son los más estables de todos, principalmente porque para empezar dependen de los lugares donde viven para obtener sus riquezas. Como bien saben los lectores de este sitio, las industrias y negocios en que los estadounidenses suelen ganar más dinero tienden a concentrarse en lugares caros con altos impuestos como Nueva York, Washington DC, San Francisco, y Los Ángeles
Dicho esto, aquellos millonarios que sí se mudan son más propensos a mudarse hacia un estado con menores impuestos, según el estudio. En promedio, un aumento de un 10% en la tasa impositiva máxima de un estado resulta en una disminución de un 1% en sus millonarios. Aun así, sólo alrededor de un 2% de los millonarios se muda a causa de los impuestos sobre la renta, según el estudio.
Para profundizar más en la migración de los millonarios, el estudio examina los patrones de migración de dos estados con altas tasas de impuestos (Nueva York e Illinois) y dos sin absolutamente ningún impuesto sobre la renta personal (Texas y Florida). En Nueva York e Illinois, el estudio revela una emigración neta de millonarios, sobre todo hacia estados con menores tasas de impuestos. Y en Texas, el estudio revela una inmigración neta de millonarios. Curiosamente, una gran parte de los millonarios de esos tres estados emigraron a Florida. De hecho, Florida tiene una inmigración neta de millonarios de casi todos los estados de Estados Unidos, especialmente de aquellos con mayores tasas de impuestos. El estudio le llama a esta afluencia de millonarios "el efecto Florida". Después quitar a Florida de la ecuación, el estudio encuentra poca evidencia de migración de millonarios, incluso hacia estados con bajos o nulos impuestos sobre la renta como Texas, Tennessee, o New Hampshire.
Los autores también analizan el flujo de millonarios en los condados que colindan con los estados. El siguiente mapa muestra las diferencias de impuestos en 1,134 condados adyacentes a las fronteras interestatales, y representan un 35% de todos los millonarios y un 32% de la población estadounidense. En el mapa, los lados de la frontera con altos impuestos están sombreados en azul, y los lados con bajos impuestos están sombreados en naranja. Entre aquellos estados con las mayores diferencias fiscales entre sus fronteras se incluyen Oregon y Washington (7.3 puntos porcentuales), Vermont y Nuevo Hampshire (6.7), y Carolina del Norte y Tennessee (6.4). El estudio revela que, entre los condados fronterizos dentro del mismo estado, el condado con los impuestos más altos tiene una población millonaria significativamente menor.
Dicho esto, el estudio revela diferencias en la población millonaria entre los condados con bajos y altos impuestos que se ubican a ambos lados de las fronteras estatales. Además, la migración de los millonarios no parece verse afectada por los cambios en las tasas de impuestos de un estado.
En última instancia, el estudio revela que, aunque algunos millonarios emigran hacia destinos con bajos impuestos, la tasa global de migración de los millonarios es extremadamente baja. En conclusión, los súperricos tienden a migrar menos que el resto de nosotros. La razón de esto es simple: la mayoría de las personas dependen de los lugares donde viven para obtener sus ingresos, pues sus negocios están asentados allí. Sin dudas este nuevo estudio confirma un hecho cada vez más importante de nuestra geografía económica: debido a que algunos lugares generan mucha más riqueza que otros, la cantidad de dinero que ganamos está en gran medida asociada a donde vivimos.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.