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México

El morboso mensaje que mandan los cárteles mexicanos al dejar cadáveres colgando de puentes

Desde hace más de una década, grupos antagonistas del crimen organizado en México han utilizado una modalidad de infundir terror. Se trata de dejar que la luz del día ponga al descubierto cadáveres de rivales que han sido tendidos sobre puentes y árboles. ¿Qué es lo que quieren decir estas acciones y por qué lo hacen?
Publicado 26 Nov 2021 – 11:03 AM EST | Actualizado 26 Nov 2021 – 11:50 AM EST
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El martes pasado, los pobladores del municipio de Fresnillo, en el céntrico estado de Zacatecas, hallaron ocho cadáveres que pendían de un puente y de las ramas de varios árboles. Una escena similar se vivió una semana antes, cuando otros 10 cuerpos fueron hallados también colgando en otro paso elevado del municipio de Cuauhtémoc en la misma entidad.

¿Qué mensaje lanza la delincuencia organizada en México al utilizar estos sádicos métodos hace ya más de una década?

“Hacer pública una ejecución es señal de una enorme impunidad y que no le tienes miedo a las consecuencias”, aseguró a Univision Noticias Alejandro Hope, analista en materia de seguridad en México.

Lo que pretenden quienes ejecutan estas acciones es enviar un mensaje tanto a los grupos criminales antagónicos con los que se disputan el control de negocios ilegales, como a las autoridades locales, y hasta a la población general.

“Hacer público (una muerte) tiene varias ventajas desde la perspectiva de los criminales. Algunas parecen obvias: intimidan a los rivales, intimidan a la población, generan temor, el temor es la moneda de cambio en el negocio de la extorsión”, comentó Hope.

El inicio de estas expresiones del horror

El 6 de noviembre de 2008, una manta fue colocada en el Puente Rotario, mejor conocido como “Puente al revés”, de la fronteriza Ciudad Juárez. En él se leía: "Soy el jefe de la plaza y este es el comienzo. Esto y más por el Mochomo. Atte. Arturo Beltrán”. Debajo de ella, atado por el tórax con una cuerda se encontraba un cuerpo decapitado, vestido con pantalones vaqueros y con las manos esposadas en la espalda.

La captura de Alfredo Beltrán Leyva, alias ‘El Mochomo’, que había tenido lugar en enero de ese año, hermano del firmante de la manta, Arturo Beltrán Leyva, líder junto a sus hermanos del Cartel de los Beltrán Leyva, desató una serie de enfrentamientos entre esa organización criminal y el Cartel de Sinaloa, comandado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, con quien habían trabajado durante años, pero a quien culparon de la captura de ‘El Mochomo’.

La del “Puente al revés” de 2008 fue una de las primeras imágenes de cuerpos colgados, algunos decapitados, expuestos en vías concurridas.

En Tijuana, casi un año más tarde, en octubre de 2009, la luz del día desveló pendiendo de un puente el cuerpo sin vida del funcionario estatal Rogelio Sánchez Jiménez, jefe de Licencias y Placas Vehiculares en el gobierno de Baja California. La imagen, esa vez, fue mucho más agresiva porque hallaron su cabeza envuelta en cinta adhesiva y sus propios genitales en el interior de su boca.

Durante los años siguientes, grupos rivales de la delincuencia organizada continuaron enviándose mensajes de horror a través del mismo método. En agosto de 2010, cuatro hombres fueron localizados en un puente de una concurrida carretera de la ciudad de Cuernavaca, en el estado de Morelos, colindante al sur con la capital del país.

A un lado de la autopista se encontró entonces un mensaje escrito donde se señalaba a las víctimas como colaboradores del capo Edgar Valdez Villarreal, el sanguinario capo conocido como ‘La Barbie’. En aquel momento Valdez era un fuerte contendiente para tomar el liderazgo del Cartel de los Beltrán Leyva, acéfalo desde que Arturo Beltrán Leyva murió en diciembre de 2009 en un enfrentamiento con infantes de marina en esa misma ciudad. Aquel mensaje, estaba firmado con la sigla C.P.S. que hace referencia al Cartel del Pacífico Sur.

Casos similares ocurrieron en 2010 en la ciudad de Guadalajara, donde, en septiembre, fueron encontrados cuatro personas muertas colgadas de un puente de la carretera en dirección al poblado de Chapala. En ese mismo mes aparecieron otros cuatro cuerpos colgando en Tampico, en el Golfo de México, un hecho que las autoridades atribuyeron a los enfrentamientos entre el Cartel del Golfo y Los Zetas, quienes habían roto su alianza ese mismo año.

Puentes carreteros, los sitios más empleados para enviar su mensaje

Pasaron dos años para que una escena similar volviera a repetirse en el país. En mayo de 2012 l os cadáveres de nueve personas fueron hallados colgados de otro puente de la ciudad de Nuevo Laredo (al noreste del país) con señales de haber sido torturados. Las víctimas, cinco hombres y cuatro mujeres, llevaban los ojos vendados y presentaban signos de tortura, declararon las autoridades de esa ciudad.

Los Zetas se atribuyeron los asesinatos de las nueve personas, a las que calificaron como miembros del Cartel del Golfo y a las que acusaron de atraer la atención de las fuerzas de seguridad con atentados.

En 2015 y 2016 ocurrieron otros casos similares y en agosto de 2019 el Cartel Jalisco Nueva Generación, creado como un brazo armado bajo el nombre de Los Mata Zetas, se adjudicó la muerte y la aparición de 19 cuerpos mutilados, seis de ellos colgados de un puente en el Bulevar Industrial del municipio michoacano de Uruapan.

Sobre estos últimos hallazgos en Zacatecas, las autoridades se apresuraron a decir que son resultado de la pugna entre grupos criminales principalmente por el trasiego de fentanilo, un peligroso opioide cuyo consumo actualmente es muy popular.

Carteles de la droga b

uscan intimidar rivales y expandir sus negocios

El especialista Alejandro Hope explicó a Univision Noticias que grupos como el Cartel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación se baten en Zacatecas, “un estado con regiones bastante aisladas, pobre, donde no ha habido una inversión significativa. Si mal no recuerdo todo el estado cuenta solo con 2,500 policías”.

Para Hope, es necesario entender que en México el crimen organizado va más allá del trasiego y la venta de drogas.

“Hemos tenido un cambio estructural de la delincuencia organizada. De lo que se trataba era de exportar droga a Estados Unidos, eso es un negocio que tiene muchísimas economías de escala, eso llevaba a que hubiera organizaciones relativamente grandes”, explicó.

“Ese ya no es el modelo dominante. Lo que tenemos es un ecosistema mucho más fragmentado. Hay muchos más actores armados con un modelo de negocio mucho más diversificado, es decir obtienen rentas de muchas más fuentes, la exportación de drogas es una entre varias”, aseguró.

El especialista se refirió a otros negocios ilícitos, como el tráfico de personas, la extorsión, el robo en carreteras y la prostitución.

Hope concluyó que hay un triple fenómeno entre los grupos de la delincuencia organizada que incluyen la “fragmentación, diversificación y dispersión” de los mismos y que hacen que sus mensajes, como el del asesinato de enemigos colgados de puentes o árboles, tengan que ser mucho más violentos.

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