En video: Hace dos años esta madre hizo historia en la justicia mexicana al lograr demostrar que su hija fue asesinada

Ciudad de México.- Cuando Irinea Buendía recibió la noticia del supuesto suicidio de su hija, emprendió una lucha que duró cuatro años, ocho meses y 25 días en busca de la verdad que procuradores, subprocuradores y fiscales omitieron: Mariana fue asesinada por su esposo Julio César Hernández Ballinas, un policía del Estado de México.

El caso de Mariana Lima es el primero de un feminicidio en México que la Suprema Corte de Justicia atrae y resuelve. Este sábado se cumplen dos años desde que se dio ese fallo histórico que marcó un antes y un después en el sistema jurídico mexicano.

En su sentencia, la Suprema Corte reconoció que hubo omisiones, total obstrucción de la justicia y pidió que la investigación empezara desde cero, formando un grupo especializado en perspectiva de género. Además, Julio César Hernández Ballinas se encuentra detenido y está sujeto a un proceso penal que determinará su responsabilidad en el asesinato de Mariana.

A partir de esa resolución, las autoridades ministeriales del país se encuentran obligadas a investigar con perspectiva de género los casos de asesinatos de mujeres.

Pero el proceso no fue fácil. Según le contó Irinea a Univision Noticias, tuvo que luchar contra las declaraciones falsas que le dio el que era marido de su hija a las autoridades y evidenciar que los forenses no siguieron los protocolos que existen sobre la cadena de custodia y de investigación.

Irinea Buendía también le contó la historia a Univision Noticias en sus propias palabras:

"Desde un principio denuncié que Julio César era el asesino de mi hija, denuncié la violencia que mi hija vivió y no quisieron escribir lo que yo estaba denunciando", relató.

Después acudió al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y a Católicas por el Derecho a Decidir, dos organizaciones que la orientaron y apoyaron en su lucha. En su lucha, Irinea compró libros para entender y aprender cómo defender el caso de su hija y comenzó a estudiar por su cuenta.

"Yo sabía que la autoridad había abusado de mi ignorancia y que tenía que ponerme a leer. Compré libros de criminalística, de derecho. Sabía que tenía que levantar la voz si quería ser escuchada", dijo.

Durante el proceso solicitaron tres amparos al poder judicial del Estado de México y en 2012 realizó una solicitud a la Suprema Corte. Tres años después, el 25 de marzo de 2015, obtuvo el fallo histórico.

Actualmente Julio César se encuentra en prisión a la espera de que el juez dicte una sentencia en su contra. Sin embargo, para Irinea la lucha no termina. Durante estos años formó, junto con otras madres, un colectivo para mujeres que empujan sus propios casos.

Aunque sabe que ninguna acción le devolverá a su hija, Irinea espera que con su labor, las mujeres mexicanas sientan el apoyo para no quedarse calladas: "Necesitamos su voz, necesitamos su presencia. Necesitamos que no desistan. No queremos minutos de silencio".

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