Apedrean el auto de Macri en un fin de año con cortocircuitos en Argentina

BUENOS AIRES, Argentina.- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, no está acabando el año con buen pie. Este miércoles, un grupo de diez personas lanzó piedras al auto que lo trasladaba hacia Villa Traful, una localidad turística de la provincia de Neuquén, en la Patagonia argentina, a donde se fue a descansar unos días.
La agresión produjo roturas en los vidrios del automóvil en el que viajaba para inaugurar un puesto de información. En las últimas horas, la policía detuvo a siete personas por la agresión en la provincia.
No es la primera vez que el presidente y exempresario sufre una agresión de este tipo. En agosto, un vehículo en el que viajaba junto a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, fue atacado en la ciudad de Mar del Plata. Además de piedras al auto oficial, hubo balas de goma, gases lacrimógenos y corridas.
Y aunque esta última agresión se produjo en un momento en que los argentinos piensan más en las cenas familiares y en las vacaciones que en el futuro del país, estos episodios son sólo la punta del iceberg para el presidente, que tiene otras cuestiones más graves para resolver.
Un mes duro
A poco más de un año de su asunción –ocupó el cargo el 10 de diciembre de 2015-, Macri enfrentó quizá el mes más duro desde la asunción. “Estoy contento, en líneas generales, con el crecimiento que ha tenido el equipo, con el aprendizaje de los ministros y no he planteado ningún cambio trascendente", señaló Macri durante los primeros días de diciembre, en una entrevista al diario La Capital de Rosario.
Pero la realidad parece bastante diferente a lo que dicen sus palabras. Esta semana el presidente le pidió la renuncia al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, a raíz de los pobres resultados económicos y de las tensiones que eso produce en el país, como las marchas y contramarchas en la ley de reforma del impuesto a las Ganancias. Además, la cartera económica quedó dividida en dos: Hacienda (a cargo de Nicolás Dujovne) y Finanzas (Luis Caputo).
Las nuevas medidas económicas no pueden esperar. Macri le ordenó a Dujovne que reduzca el gasto público improductivo, pero sin producir grandes roces políticos. El segundo gran objetivo es bajar la inflación para producir inversiones en las empresas y financiamiento a tasas bajas en los mercados.
La salida de Prat Gay fue la segunda baja importante del mes, junto a la salida de la titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini. Durante su gestión, la encargada de la aerolínea de bandera había logrado reducir a la mitad el déficit diario de la empresa estatal. Aunque adujo “problemas personales” para renunciar, Constantini tenía fuerte diferencias con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, sobre el desembarco de las compañías low cost al espacio aéreo argentino y su influencia en los balances de Aerolíneas.
En una entrevista a Radio Rivadavia, el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, fue categórico en su análisis: “Fue echada. Estuvimos trabajando hace unos días con ella y nos dijo que iba a pelear para que le dieran el presupuesto que le habían recortado. Pidió US$400 millones para el 2017 y le dieron sólo US$160 millones, además de beneficios a transnacionales que compiten con Aerolíneas".
Los analistas creen que las bajas de Constantini y Prat Gay son sólo el inicio de una crisis en el gabinete, los dos primeros fusibles de un gobierno que está entrando en cortocircuito. El Ministerio del Interior es uno de los apuntados, en especial la Secretaría de Obras Públicas por la poca reactivación en las obras, que serían claves para repuntar la economía.
Esos son algunos de los conflictos más urgentes, que van dañando la imagen de un presidente que apenas lleva un año el poder. Según un trabajo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), 7 de cada 10 argentinos señalan que la economía está “mal o muy mal”. El mismo relevamiento indica que la imagen del ex presidente de Boca Juniors perdió entre 15 y 20 puntos desde diciembre y actualmente se ubica en un 46 por ciento de aprobación.
La recuperación económica es el gran desafío de 2017. Será la única manera de lograr buenos resultados en las elecciones legislativas de octubre, lo que le daría más peso en el Congreso. “Si Macri pierde las elecciones del año que viene, está de salida. Debe cuidar la provincia de Buenos Aires, donde está el grueso de los votantes", analizó hace unos días Beatriz Sarlo, ensayista y filósofa. Con ese panorama de incertidumbre, inflación y recesión económica, algunas piedras que rompen un vidrio en la plácida Patagonia parece ser un problema menor, casi la travesura de chicos revoltosos descontentos con su presidente.
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