El otoño se está volviendo más cálido en Filadelfia y eso tendrá un efecto en los árboles

FILADELFIA, PA- “El tiempo está loco”. Con frecuencia pronunciamos esta frase y no es para menos. Inundaciones históricas en áreas donde no se producía acumulación, registro de tornados sin precedente, cambios abruptos en la temperatura, nieve al finalizar la primavera, indudablemente la evolución del clima es perceptible.

Las temperaturas subieron muy por encima de lo normal algunos días de esta semana en Filadelfia, y la semana previa al cambio de estación, el lunes y martes subieron ocho grados por encima del máximo típico de 80 para esta época del año.

Si bien las temperaturas a menudo fluctúan, los datos históricos de las últimas cinco décadas sugieren una tendencia hacia otoños más cálidos. Las temperaturas promedio han aumentado 2.7 grados en la ciudad de 1970 a 2020 para septiembre, octubre y noviembre (el otoño astrológico comenzó el 22 de septiembre con el equinoccio). Eso encaja con el patrón de inviernos, primaveras y veranos más cálidos que sugieren el cambio climático.

Ha habido otoños cálidos en el pasado, incluso en 1970, y las temperaturas, como todo, suben y bajan. Pero la tendencia general es clara, según datos del Sistema de Información Climática Aplicada del Centro Regional del Clima del Noreste de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

Jen Brady, gerente de análisis de Climate Central, una organización sin fines de lucro compuesta por científicos y periodistas, calcula que Filadelfia experimentó 15,3 días de otoño más por encima de las temperaturas normales ahora que hace cinco décadas.

Desde 1874, Filadelfia ha experimentado 16 otoños con temperaturas promedio de 60 grados o más. Nueve de esos años han llegado desde 2001. El otoño más cálido jamás registrado en Filadelfia, con una temperatura promedio de 63,6 grados, ocurrió en 1931.

El calor se extiende a otra regiones

A nivel nacional, la tendencia al calentamiento otoñal es más rápida en Texas y el suroeste, con Reno, Nevada, registrando las temperaturas más altas, con un promedio de 7,6 grados más cálido desde 1970.

También vale la pena señalar que lo normal es en realidad un poco más cálido que en el pasado. NOAA calcula normales a partir de promedios de 30 años. Por lo tanto, las normales de caída han aumentado en la mayor parte de los EE. UU. Entre los períodos de 30 años de 1981 a 2010 y de 1991 a 2020. En algunos casos, la nueva normalidad ha aumentado hasta un grado.

Un clima más cálido durante más meses significa que muchas personas usan los acondicionadores de aire por más tiempo que en décadas pasadas. Eso no solo contribuye a un mayor calentamiento global debido a la quema de combustibles fósiles, sino que también aumenta los costos de energía para los propietarios.

Causa y efecto

En Pensilvania, el clima cálido ya está afectando los bosques locales y eso podría alterar la vibrante temporada de follaje del estado.

Según el Plan de Acción Forestal de Pensilvania, algunos árboles ya están estresados, como el cerezo negro y el arce azucarero, y es probable que sigan disminuyendo. Ambas maderas duras son comercialmente valiosas para el estado. También es posible que algunas especies de árboles ahora dominantes en la parte sur del estado, como robles y nogales, puedan expandir su área de distribución hacia el norte.

Por ejemplo, los años más cálidos y húmedos, como el que está experimentando Filadelfia actualmente, pueden impulsar la senescencia de las hojas, o el envejecimiento que da como resultado el cambio de color y la caída de las hojas, más tarde en el otoño. Los bosques cubren el 60% del estado y las condiciones más cálidas pueden retrasar la aparición de los colores máximos y disminuir la cantidad de tiempo que son visibles. Hay muchas variables que afectan el momento del giro de las hojas, y el calor y la humedad son solo dos.

Los años 2018, 2019 y 2020 han sido más húmedos que el promedio, según los datos del Servicio Meteorológico Nacional. Se desconoce cómo se clasificará el 2021, pero julio y agosto fueron más húmedos que el promedio. Y 2019 y 2020 fueron más cálidos que el promedio, con agosto de este año 1.6 grados por encima de lo normal en septiembre.

Como consecuencia algunas aves están retrasando las migraciones otoñales, lo que podría desincronizarlas con los ciclos de las fuentes de alimentos, como la fruta nativa, obligándolas a alimentarse de plantas invasoras menos nutritivas. Las aves dispersan aún más las semillas de las plantas invasoras.

Las temperaturas más suaves permiten que las plagas como los mosquitos y las garrapatas prosperen.