Durante una audiencia en la corte de Pensilvania, sobre una de las muchas demandas electorales presentadas por el presidente Donald Trump, según registra ABC, un juez le preguntó a un abogado de campaña si había encontrado signos de fraude entre las 592 boletas impugnadas. La respuesta fue no.
Elecciones en Pensilvania: pese a las pocas victorias legales, la campaña de Trump presenta 5 nuevas demandas
Las demandas de Trump en Pensilvania piden que no se cuenten 8,349 papeletas que no tienen la firma, fecha, nombre o dirección del votante.

"Acusar a la gente de fraude es un paso bastante grande", dijo el abogado Jonathan Goldstein, según el medio de comunicación. "Todos solo estamos tratando de hacer una elección".
El miércoles, Trump apuntó a Filadelfia, el bastión demócrata que ayudó a sobrepasar al presidente electo Joe Biden los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la carrera. El presidente acusó a un funcionario electoral republicano local, Al Schmidt, de ignorar "una montaña de corrupción y deshonestidad".
Y este jueves, la campaña del presidente presentó cinco nuevas demandas en Pensilvania para evitar el conteo de más de 8,000 papeletas en Filadelfia.
La querella pide que no se cuenten 8,349 papeletas que no tienen la firma, fecha, nombre o dirección del votante. Los votantes del estado tenían que poner estos datos en un sobre para que sus papeletas sean válidas, pero la comisión de Filadelfia votó este lunes en favor de aceptarlas sin algunos de estos datos.
La campaña de Trump argumenta que las papeletas en cuestión son inválidas conforme a la ley estatal. Biden, quien aventaja a Trump por más de 53,000 votos en Pensilvania, ya fue proyectado como ganador en ese estado, lo que le aseguró más de los 270 votos electorales que necesita para ser presidente electo.
Los especialistas en ética legal y los activistas a favor de la democracia han cuestionado la participación de los abogados en esta búsqueda, mientras Trump se aferra al poder y el presidente electo Joe Biden implementa su agenda.
"Esto puede ser un intento de apaciguar al ego en jefe, pero hay consecuencias en el mundo real para personas reales que surgen de eso", dijo el profesor de la Facultad de Derecho de Loyola, Justin Levitt, ex funcionario electoral del Departamento de Justicia a ABC. "El intento de calmar el ego del presidente no es un crimen sin víctimas".




















