En Texas, de acuerdo con la encuesta de Univision Noticias y la Universidad de Houston, a cinco días de las elecciones presidenciales de 2020, el presidente Donald Trump lleva una delantera de solo tres puntos frente al candidato demócrata, Joe Biden. Un 49% frente a un 46%. De la mano de latinos y jóvenes, el exvicepresidente ha recortado distancia en un estado que por casi medio siglo se ha identificado con el rojo republicano.
Encuesta Univision Noticias: El voto latino y joven en Texas, claves rumbo a las elecciones
De acuerdo con la encuesta de Univision Noticias, el demócrata Joe Biden alcanza el 66% de las preferencias entre los latinos en Texas, ventaja cinco veces mayor a la que tenía en julio.
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La diferencia reflejada en el sondeo está dentro del margen de error (+/-3.5%) de la encuesta, realizada entre el 17 y 25 de octubre de 2020 y sitúa al segundo estado que más votos otorga al Colegio Electoral en un lugar inédito. En 2020, Texas es territorio en disputa, un campo de batalla. Un swing state.
Texas y sus 38 votos en el Colegio Electoral son decisivos para la elección presidencial. Trump adelanta en el estado, pero aunque el presidente ha insistido que espera ganar “por avalancha” el estado y dijo en un mitin esta semana que el gobernador Greg Abbott le ha dicho que ganará Texas “por mucho”, los republicanos texanos han comenzado (discretamente) a encender las alarmas.
El senador John Cornyn, que busca su cuarta reelección frente a la demócrata MJ Hegar, recorrió el estado este miércoles en un mitin al que acudió el exgobernador Rick Perry. Que un veterano senador texano, que ocupa el puesto desde 2002, dejase Washington para emprender el viaje en un autobús de campaña es una imagen poco común en Texas. “¿Un senador republicano en Texas? Wow”, bromeó un usuario en Twitter.
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— Patrick Svitek (@PatrickSvitek) October 28, 2020
El compañero de Cornyn en la Cámara alta, Ted Cruz, ha insistido en que el Partido Republicano enfrenta un complicado escenario en las elecciones hacia el Capitolio. Y el gobernador Greg Abbott (cuya oficina no ha hecho comentarios hasta el momento sobre las afirmaciones de Trump) ha dedicado fondos de su campaña para la reelección, prevista para 2022, para conservar la mayoría republicana en la Cámara estatal.
La clave: latinos y jóvenes
Los latinos, que representan el 40% de la población y el 30.4% de los votantes texanos con derecho a votar, son un 22% de los electores registrados para esta elección.
“El camino hacia la victoria pasa por la comunidad latina. Estamos emocionados por la participación de hispanos (en la votación anticipada en Texas) y sabemos que nosotros, los latinos, queremos que se escuchen nuestras voces”, explica Manny Garcia, director ejecutivo del Partido Demócrata texano a través de un correo electrónico.
Biden quintuplica su ventaja en tres meses entre los latinos
Un 66% de los latinos afirmaron en la encuesta que votarían por Joe Biden y Kamala Harris, frente a un 28% que dijo que lo haría por Donald Trump y Mike Pence. Una diferencia de 38 puntos, muy por encima del 7% que separaba al demócrata del presidente en julio, de acuerdo con un sondeo del Texas Tribune y la Universidad de Texas. En tres meses, la distancia entre los dos candidatos es cinco veces mayor. Y favorece al candidato demócrata. La cifra que refleja la encuesta de Univision Noticias es idéntica a la que obtuvo Hillary Clinton en 2016 entre los latinos texanos.
No solo los latinos han ayudado a multiplicar las cifras de Biden en Texas. El 65% de los votantes menores a 29 años apoyan al demócrata, frente a un 55% de los mayores de 50 años, que planean hacerlo por Donald Trump.
“Se ha hecho muchísimo con muy poco”, explicó Beto O’Rourke en una rueda de prensa virtual celebrada el jueves pasado, al referirse al trabajo del equipo de campaña de Biden y los demócratas en Texas. El excongresista de El Paso que se quedó a menos de 300,000 votos de conseguir una histórica victoria sobre el senador cubanocanadiense Ted Cruz en 2018 se ha mantenido optimista a la espera de los resultados de 2020 en su estado. “Ojalá que la pesadilla que atraviesa el país se termine gracias a Texas”.
El último demócrata que ganó el estado, Jimmy Carter en 1976, lo hizo tres años antes de que Estados Unidos restableciera relaciones diplomáticas con China, un año antes de que se estrenara Star Wars, casi dos décadas antes de la caída del muro de Berlín y en un mundo sin teléfonos móviles, Internet y mucho menos redes sociales. Una generación entera ha nacido, crecido, trabajado, tenido hijos sin que un republicano pierda una elección presidencial en Texas.
Cinco días en una elección son muchos. Más todavía si la contienda se celebra en medio de la peor pandemia en un siglo. Y los récords de participación en Texas no necesariamente implican una ventaja demócrata. El 30% de los republicanos registrados dijeron que habían votado ya durante el periodo en que se realizó la encuesta (entre el 17 y 25 de octubre).
¿Una esperanza o una tendencia?
“Perder Texas, ya sea la siguiente semana o en 2024, sería un terremoto de tal magnitud que obligaría al Partido Republicano replantearse sus ideales, su dirección y su mensaje”, sostiene Ron Brownstein, analista político de CNN.
"Las encuestas son una fotografía", explica Ross Ramsey, director ejecutivo del Texas Tribune. La "fotografía" de Texas, a pocos días de las elecciones de 2020, muestra a un invitado de último minuto en el selecto club de swing states en Estados Unidos. Uno que ha llegado de improvisto y ha tomado por sorpresa a propios y extraños.
¿El optimismo demócrata es una esperanza o una tendencia? Los resultados se conocerán a partir del 3 de noviembre de 2020 y el pronóstico es reservado. En palabras del beisbolista Yogi Berra: “Esto no se acaba hasta que se acaba”. Finalmente, el año de la pandemia ha dejado en claro que nada está definido, y una victoria demócrata en suelo texano suena tan insólita como si una Serie Mundial entre un equipo de California y uno de Florida se decidiera en Texas.
