Cómo Airbnb aprovechó un programa comunista para abrir su mercado en Cuba

By Tim Rogers @nicadispatch

Viñales, Cuba - A medida que el ardiente sol disipa la neblina que a media mañana se cierne a baja altura sobre Viñales , los extraños afloramientos rocosos en forma de cúpula que pueblan el fondo del valle se hacen visibles para los turistas aglomerados en el puesto de observación sobre la colina.

Mientras los turistas observan a través de las cámaras y contemplan el majestuoso panorama como una invitación a explorar esta región rural cubana de cultivo del tabaco, Airbnb contempla a los turistas reunidos como una invitación a hacer más negocios fuera de La Habana. El sitio web de renta de propiedades con sede en San Francisco ya cuenta con 200 propiedades de Viñales en su directorio, y apenas acaba de comenzar.

"Hay muchísimo potencial de crecimiento", me dice la portavoz de Airbnb Maggie Carr mientras bajamos la colina hacia el pueblo a bordo de un desvencijado taxi. "Aún estamos dándonos a conocer aquí de boca en boca, así fue como Airbnb creció inicialmente."

Mientras la mayoría de las compañías estadounidenses aún están intentando hallar la forma de entrar en Cuba, Airbnb ya se está expandiendo a toda velocidad por todo el país.

El sitio web de rentas vacacionales en línea fue una de las primeras compañías estadounidenses en entrar al mercado, antiguamente prohibido, el año pasado con un directorio inicial de propiedades que incluía 1,000 viviendas. Un año y 13,000 reservaciones más tarde, Airbnb ha aumentado rápidamente su oferta en Cuba a 4,000 viviendas (¡2,700 tan sólo en La Habana!), lo cual la convierte en el mercado vacacional de mayor crecimiento en la historia, según Jordi Torres, director regional de Airbnb para América Latina.

"En ciudades como Nueva York, Los Ángeles y París, nos tomó tres o cuatro años alcanzar este nivel de crecimiento," me dijo Torres durante una reciente visita a la región de cultivo del tabaco de Viñales, a dos horas de camino de La Habana .

"Destino senasacional"

"Ha habido una demanda latente en Cuba desde hace mucho tiempo", dijo. "Éste es un destino sensacional."

Pero la fórmula secreta para el éxito de Airbnb en Cuba podría resultar sorprendente—se trata de un modelo capitalista construido sobre cimientos comunistas. Sin la infraestructura establecida por el régimen de Castro durante los últimos 20 años, el éxito de Airbnb y su rápido crecimiento en Cuba sería imposible actualmente.

Eso se debe a que la compañía con sede en San Francisco selecciona las nuevas inscripciones de propiedades a su directorio de un listado ya existente elaborado por el gobierno y que incluye 21,000 viviendas para rentar autorizadas por el estado. Airbnb no está introduciendo un nuevo concepto en Cuba. Le está dando una nueva apariencia al viejo sistema de alquiler autorizado por el estado al incorporar las inscripciones de viviendas ya existentes a su plataforma de reservaciones en línea.

A partir de 1997, el gobierno cubano les permitió a las personas alquilarles habitaciones a los turistas mediante un programa de alquiler conocido como "casas particulares". Cada casa es un hogar privado que opera como una pequeña casa de huéspedes. Los hogares participantes están registrados ante el gobierno cubano, y están obligados a cumplir normas básicas y códigos de control de calidad, y a pagar impuestos del 10% por cada invitado.

Así que cuando Airbnb llegó a Cuba el año pasado, se encontró con que ya existía la infraestructura perfecta para las rentas vacacionales y sólo faltaba abrir el negocio. También significa que el potencial para el crecimiento constante de Airbnb en Cuba es enorme. Aún existen 17,000 casas particulares en la lista del gobierno, y todas ellas son inscripciones potenciales al directorio de Airbnb (a menos que sean propiedad de altos miembros del partido comunista. Lo sentimos mucho, camarada).

El mayor reto de Airbnb en Cuba ha sido lograr el funcionamiento de una plataforma de mercadotecnia y pago digital en una isla donde la conectividad a Internet es del 5% y los servicios bancarios son limitados.

Por suerte para la compañía estadounidense, el ingenio cubano les resolvió el problema. La solución cubana consiste en "socios de alojamiento" (básicamente una persona en el parque que utiliza un punto de acceso WiFi para manejar las reservaciones de Airbnb para múltiples propiedades anunciadas) y servicios de remesas.

Así que en lugar de recibir el dinero directamente en una cuenta bancaria, la mayoría de los anfitriones cubanos reciben su pago—menos la cuota de transacción del 3% de Airbnb, las tarifas de los huéspedes, y las tarifas de las remesas—en efectivo directamente de una persona en motocicleta, por lo general una semana después de la reservación.

Involucrar a más personas en el proceso de reservación y pago implica que más personas participan de la repartición de las ganancias. Aún así, "el 90% del dinero va a parar a la economía nacional", dice Torres. Y a un promedio de $250 por reserva, sigue siendo una buena ganancia en un país donde el ingreso mensual promedio es de alrededor de $25.

"He estado en el negocio del turismo durante 13 años y he tenido un poco de buena suerte con la renta de mi casa, pero con Airbnb mis reservaciones son constantes y los clientes son buenos," me dijo la cubana Mirta Díaz, propietaria de una casa. "Desde mediados de febrero he tenido 27 reservaciones a través de Airbnb. Tengo todo ocupado hasta abril. Recibo dos o tres nuevas solicitudes de reservaciones todos los días."

El negocio es tan bueno para Díaz que está construyendo tres habitaciones más en su propiedad. Y no se trata sólo de ella. Toda su cuadra está llena de pequeños apartamentos para rentar, anunciados en letreros marcados con nombres nada creativos como Casa del Dr. Wilfredo, Casa Dos Hermanos, o la ligeramente más impronunciable Casa Seidy y Greisy.

Los cubanos con los que hablé dicen que inscribir sus hogares en Airbnb ha sido un gran cambio para ellos. Es cierto que yo estaba recorriendo la ciudad con los ejecutivos de Airbnb, así que no fue exactamente un muestreo al azar de los anfitriones cubanos, pero generalmente su optimismo era espontáneo.

"Hemos estado rentando nuestra habitación extra durante cinco años, pero sólo llevamos tres meses inscritos en Airbnb. Ha sido magnífico. Ahora el 90% de nuestras reservaciones nos llegan a través de Airbnb, y no hemos tenido un día sin huéspedes desde enero," dijo Vladimir Delgado, cuya familia renta una habitación en Viñales. "Estamos construyendo dos habitaciones más."

Sin embargo, los cubanos tienen algunas sugerencias para Airbnb sobre cómo la compañía puede mejorar sus servicios.

Fernando García, un afable propietario de restaurante que renta dos apartamentos cercanos a la parte posterior de su propiedad, dice que Airbnb es bueno para el negocio, pero que tratar de manejar sus propias reservaciones en línea y al mismo tiempo administrar un restaurante es un reto para él.

García no hace uso de una persona en el parque para administrar sus reservaciones, así que tiene que subirse a su motocicleta varias veces a la semana e ir rápidamente al pueblo para comprar una tarjeta de rascar de $2 y conectar su teléfono celular al punto de acceso público WiFi, donde el ancho de banda puede ser inconsistente.

A causa de su conectividad limitada, García dice que a veces pierde reservaciones de clientes potenciales quienes se sienten frustrados cuando no reciben confirmación inmediata de sus solicitudes de reservación. Él piensa que Airbnb debería introducir una plataforma de reservaciones basada en mensajes de texto, lo cual "facilitaría mucho más la comunicación con los clientes."

La compañía dice que toma esas sugerencias en serio. La semana pasada Airbnb abrió su plataforma de reservaciones en Cuba a todos los extranjeros (anteriormente sólo estaba disponible para los estadounidenses), después de que los anfitriones cubanos se quejaron de que los viajeros europeos no podían reservar a través del sitio.

Diplomacia en torno a la mesa de la cocina

El entusiasmo relacionado con Cuba está haciendo que el turismo crezca más rápidamente que lo que la actual infraestructura hotelera puede soportar. Se dice que Cuba cuenta con aproximadamente 61,000 habitaciones de hotel, pero esa cantidad no es suficiente para satisfacer la creciente demanda, la cual algunos estiman podría alcanzar los 10 millones de turistas en los próximos años.

Teniendo en cuenta que los nuevos proyectos hoteleros aún tardarán varios años en materializarse, la constante expansión de Airbnb por todo el país servirá de puente para satisfacer la rápidamente creciente demanda. También ayudará a democratizar el turismo al extender los ingresos hacia las familias en toda la isla, en lugar de simplemente depositar el dinero en cuentas bancarias en el extranjero pertenecientes a las cadenas hoteleras internacionales.

El tiempo que los turistas estadounidenses pasan en las casas particulares les permite formar conexiones reales con las familias cubanas. Es el tipo de conexión pueblo a pueblo al que se refirió el presidente Obama durante su reciente discurso en La Habana.

"No se trata solamente de una política de normalización de relaciones con el gobierno cubano," dijo Obama. "Estados Unidos está normalizando las relaciones con el pueblo cubano."

Y el tipo de "diplomacia en torno a la mesa de la cocina" que practica Airbnb puede ayudar a que eso suceda, dice Torres.

"La gente lleva 50 años deseando conectarse con Cuba," me dijo. "¿Y qué mejor manera de hacerlo que sentarse a la mesa con una familia cubana?"